La denuncia mediática contra el titular del BNF se extendió a una amenaza contra los periodistas del programa emitido por Ñandutí, que promete para hoy más novedades sobre el escándalo.

“En el horno” se llama el programa del Holding Ñandutí conducido por Alvaro Mora que generó revuelo tras denunciar el esquema de “nepochulis” practicado de forma abierta e impune por el presidente del Banco Nacional de Fomento (BNF), Manuel Ochipinti, para colocar en altos cargos gerenciales a mujeres de su entorno sentimental con salariazos de primer mundo.

De acuerdo a la denuncia, “Manu” Ochipinti mantiene en condición de intocable a su actual pareja sentimental, Celia Franco, en el lucrativo cargo de subgerente de área comercial proveniente de su anterior rebusque de gerente comercial como producto de dos ascensos en un mismo año sin que se conocieran atributos de valor para ameritar el premio más que el lazo amoroso mantenido como secreto a voces.

Según Ñandutí, Ochipinti también hizo aterrizar a la madre de su hijo extramatrimonial, Deborah Alderete, como gerente de la sucursal Villa Morra del BNF, con la misma meritocracia que la anterior mujer, sin importar el vapuleo al organigrama del banco ni la ética procedimental en una entidad estratégica del gobierno que debe dar la cara por la finanza pública.

El programa hace mérito a su nombre y mete “En el horno” a Ochipinti tras afirmar que, como si las irregularidades señaladas no le bastaran al “Manu” para manosear a discreción e interés personal la plata pública, colocó de un plumazo a su ex esposa Liza Troche como gerente de crédito banca personal del BNF, tras dejar la mujer el menos lucrativo cargo de gerente departamental.

El caso llega al colmo de que Ochipinti ahora está a punto de meterle al banco al hijo de otra mujer cercana a él, lo que seguramente va a generar problemas en su corral (femenil), disparó el periodista Alvaro Mora.

De acuerdo a los datos, Celia Franco percibe un salario mensual de G. 30.618.000 más beneficios abiertos para ella, pero negados a los demás funcionarios del banco; Deborah Alderete percibe más de G. 15.000.000 mensuales con “peligro” de incremento, y Liza Troche gana G. 30.000.000 por mes, más beneficios.

“Les hace pagar a sus mujeres con plata ajena los mismos salariazos y privilegios, para evitar un conflicto de intereses”, ironiza el conductor del programa tras recordar que Ochipinti arrastra una ola de denuncias desde la época de Marito, pese a lo cual el presidente Santi Peña lo mantuvo campante en el mismo cargo, incluso con más poder que antes, al punto de convertirse en “dueño” hipotético del BNF.

“Qué gusto ser generoso con el dinero de otros”, recalcó Mora, en medio de la ola de rumores instalada en redes sociales, donde las críticas se multiplican y presionan al gobierno para documentar los casos y destituir sin más demora al “poderoso” e “intocable” Manuel Ochipinti.

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