Sentado en una silla azul, el cuestionado senador efrainista protesta contra Nenecho. «Algo grande habrá detrás de esto», afirmó una indignada y otros recordaron los años en que Buzarquis vació las arcas del MOPC con sus «paladas iniciales».

Reacciones de diverso calibre genera en las redes sociales la decisión del senador efrainista Salyn Buzarquis, quien en un nuevo arranque de supuesto patriotismo se encadenó frente a la Municipalidad de Asunción y reclama la renuncia del intendente Oscar “Nenecho” Rodríguez tras declararlo “ladrón” y sacarle en cara su condición de afiliado cartista.

El imitador de Kattya González recibió una dura reprimenda del posteador Ricardo Aquino Caballero.

“Te quedan muy bien esas cadenas. Vos también deberías estar preso porque te llevaste todo lo que pudiste cuando eras ministro de Lugo en el MOPC. En la política paraguaya nadie está limpio, y menos este sinvergüenza que aparece solo para llevar agua a su molino”, según publicaciones en un diario “independiente” al servicio del abdismo y la oposición líbero-zurda.

Buzarquis, de nulo aporte en la legislatura paraguaya más que para gastar su tiempo en proselitismo permanente y escándalos de polleras, acusa a Nenecho de lampiñar G. 500.000 millones presupuestados por la comuna asuncena para obras de interés municipal que no fueron realizadas y, por tal motivo, Asunción se parece más bien a una ciudad aldeana abandonada a su suerte.

Por este caso, el titular comunal asunceno enfrenta una causa judicial que le podría llevar a la cárcel por corrupción, específicamente por los cargos de asociación criminal, lesión de confianza y otros delitos penales, agravados porque supuestamente fueron cometidos en plena pandemia.

“Por qué no renunciás también vos, nde haragán improductivo”, dispara en la red social Analía Gómez, en consonancia con centenares de indignados que coinciden en calificar a Buzarquis de pescador en río revuelto y de colocar en la función pública a un ejército de aduladores, familiares y paquitas.

“¿Qué hace acá este paladín de las paladas iniciales de la era Lugo?”, apunta Soledad Genes, recordando los años en que Buzarquis oficiaba de cabecilla de indeseables dedicados a la ocupación de propiedades privadas en el entorno de Asunción y algunas localidades del interior donde se presentaba como el zar de la transparencia, reivindicando la falta de techo de miles de ciudadanos que, de esa manera, eran arteramente metidos en su listado electoralista.

“Algo grosso habrá detrás de este encadenamiento”, posteó Marino Luqui, y desgrana una serie de hechos que alimentan el prontuario del delfín liberal, difusamente conocido en su natal departamento de Caaguazú como falto de escrúpulos y consagrado campeón en tráfico de influencias y transas al por mayor.

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