El taller, de grandes dimensiones, operaba campante desde hace tiempo sin el conocimiento aparente de las autoridades de la FAP. Senad se cuidó de vincular el negocio con el tráfico de sustancias prohibidas.
Agentes especiales de la Senad, en coordinación con el fiscal Cristhian Ortiz, de la Unidad Especializada en la lucha contra el Narcotráfico y Crimen Organizado, procedieron al allanamiento de una propiedad ubicada en el barrio Mora Cué, de la ciudad de Luque donde, según los datos recabados durante una investigación, funcionaba un taller clandestino que se dedicaba a adquirir aeronaves siniestradas para repararlas y comercializarlas.
Se trata de una lujosa vivienda que tiene en la parte de atrás un tinglado donde se realizaba el trabajo técnico de reparación de aeronaves.
El negocio estaba dirigido por el dueño de la vivienda intervenida, identificado como personal militar, con el grado de suboficial, dedicado a la mecánica de aviación que presta servicios en la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP).
Las actividades se desarrollaban de manera absolutamente irregular, ya que el tinglado que oficiaba de taller no contaba con ningún tipo de autorización por parte de la Dinac ni de alguna otra entidad o institución oficialmente dirigida para la autorización y control de ese tipo de trabajos, según se informó.
Durante el operativo, los agentes de Inteligencia de la Senad hallaron una avioneta tipo Cessna TP 206 D, totalmente restaurada, que estaba en proceso de terminación.
Además, fueron detectados motores de aviones, alerones, equipos de emergencia, localizadores, paneles de instrumentos, hélices, repuestos y partes varias en gran cantidad.
El fiscal interviniente dispuso el desmantelamiento del local y la incautación de todas las evidencias, además de celulares y documentos variados que serán importantes para la investigación.
Se aguarda el análisis de evidencias y datos a colectar para la posible imputación y detención del uniformado que en este caso es sospechoso de delitos, según el fiscal interviniente.
La Senad no dio a conocer el nombre del militar sospechoso, perteneciente al cuadro activo de uniformados de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), con el argumento de que aún no contaba con orden de arresto, a pesar de que operaba de manera documentadamente irregular y de igual forma debería dar a conocer el nombre de la persona abordada.
“La ciudadanía tiene derecho a conocer la identidad del militar, y la Senad no tiene derecho a ocultarlo deliberadamente”, opina este viernes un indignado social, tras llamar la atención sobre el desconocimiento, o complicidad, en el caso de las autoridades superiores del sospechoso.
Fuentes de la Senad se negaron a informar sobre la posibilidad de que el mecánico de aviación se dedicara eventualmente a preparar aviones para el tráfico de drogas.