
La foto de captura de pantalla recrea la supuesta represión policial, que en la práctica fue una discusión con referentes de la coalición líbero-zurda acompañada por el abdismo, una relación abierta que motiva la calificación de «traidores» a los de Fuerza Republicana.
La ciudadanía colorada no sintió extrañeza pero sí expresó repulsión por un reciente comunicado del movimiento Fuerza Republicana afín al abdismo según el cual el apaleamiento o represión a policías está enmarcado en la ley y, por tanto, no constituye delito alguno.
La bancada abdista expresó en el documento dado a conocer ante la opinión pública nacional que rechaza de forma contundente y categórica “la reciente apertura de una investigación penal, derivada de la vergonzosa y arbitraria intervención policial frente a la sede del Poder Judicial”.
De esta manera, los colorados disidentes se ponen del lado de una veintena de referentes liberales y comunistas (socialistas) que realizaron una manifestación frente al Palacio de Justicia de Asunción en reclamo contra la justicia paraguaya por demorar más de la cuenta una sentencia condenatoria contra el oficial de la Policía Nacional acusado de la muerte del activista efrainista Rodrigo Quintana, como colofón de una serie de medidas de protesta que derivaron en el incendio de la propia sede del Congreso Nacional, donde esa misma justicia aún no castigado a ningún incendiario.
Los abdistas consideran “inadmisible” que “ante el legítimo ejercicio del derecho a la manifestación, el Estado paraguayo responda con abuso policial y criminalización de la protesta social”.
Por tanto, señala la urgencia de recuperar el Estado de Derecho en todas sus dimensiones.
Se trata de un comunicado calcado de las organizaciones liberales y de izquierda que se manifiestan con los mismos términos e igualmente consideran “legítimo” garrotear o atentar contra agentes policiales que se les ponen en el camino para impedir sus desmanes.
“Es evidente que esos manifestantes acudieron con la evidente intención de violentar y generar reacciones de la Policía, a sabiendas de que los medios amigos harán su parte para victimizarles, en un momento donde la oposición prácticamente ha desaparecido por culpa de sus propios errores y necesita de forma urgente recomponer filas para tentar algún espacio de poder político interno y a nivel de gobierno”, opinó sobre el caso Carlos Damián Saucedo, en consonancia con centenares de posteos que se expresan en el mismo sentido.
De hecho, la abdista Fuerza Republicana se ha convertido en otro brazo de la oposición desde que perdió las internas de la Asociación Nacional Republicana (ANR) con vistas a las pasadas elecciones nacionales del 2023, donde el cartismo, tildado de enemigo número 1, ganó las compulsas de forma contundente.
El comunicado de marras no lleva firma de ningún dirigente abdista, de lo cual se deduce que está avalada por colorados de la talla de Lilian Samaniego, Oscar Salomón y Juan Afara, tildados de “falsos colorados” por unirse en franco flirteo político con los adversarios de la “ANR auténtica”.