
Muchos de estos vehículos que colapsan la avenida Mariscal López provienen de Luque y San Lorenzo, entre otras ciudades de la Gran Asunción que carecen de vías alternativas saludables y propuestas siempre en el ojo de la tormenta, como ahora el super viaducto de Luque.
“No solo en Luque sino en San Lorenzo necesitamos de forma urgente cualquier estructura que pase por encima o por debajo de la ciudad”, afirmó con alarma un chofer de colectivo mientras escuchaba a pasajeros cambiar opiniones sobre la polémica desatada en torno al viaducto de 4 kilómetros que está a punto de iniciar en la vecina Luque.
La reconocida segunda capital de la República enfrenta un momento delicado en su historia por el anuncio de inicio de obras del proyectado puente de 4 carriles que, según el Gobierno nacional, solucionará el drama vial que se presenta en esa zona de la Gran Asunción debido al congestionamiento vehicular y la crónica falta de caminos alternativos en buen estado que hagan posible la circulación diaria de unos 40.000 vehículos de todo tipo.
La situación se ha vuelto insoportable no solo por la gran cantidad de vehículos en circulación sino por la falta de agentes municipales que ayuden al tránsito fluido y no solo aparezcan a la hora de acosar a la gente trabajadora para coimear, y desaparecer cuando se les necesita en la calle, remarcó Agustín Sanabria, chofer de una empresa distribuidora de gaseosas abordado por La Mira.
De hecho, a nadie escapa el drama vial que deben enfrentar todos los días de la semana quienes se desplazan por las rutas y calles de San Lorenzo y Luque, a los que se suman viandantes de San Lorenzo, Ñemby, Villa Elisa, Mariano Roque Alonso y Limpio, preferentemente.
En su momento, durante gobiernos anteriores, se habían presentado propuestas de valor como el “Tren de cercanías” que según los papeles uniría sin atascos comunidades populosas ubicadas entre Asunción y Ypacaraí, entre ellas Luque y Areguá.
Sin embargo, mientras el proyecto servicio ferroviario para el entorno de Asunción se pierde en la burocracia, ahora anuncian desde el Gobierno que el viaducto de Luque no solo será realidad, sino que las obras comenzarán en un mes, contra viento, marea y marea.