Acostumbrada a los shows de tintes mediáticos, la senadora ha sido calificada de improductiva y también corrupta por colegas que conocen sus aventuras contra la ley y el orden. Nunca cuestionó el desastre de gestión de su aliado Marito. (Foto: Monumental 1080 AM).
En medio de la expectativa ciudadana generalizada se consumó este miércoles la destitución de la senadora del Encuentro Nacional, Kattya González, quien venía de enfrentar denuncias contenidas en el libelo acusatorio sobre tráfico de influencia, producción y uso de documentos de contenido falso, entre otras graves faltas en el ejercicio de sus funciones que incluso ameritan la intervención del Ministerio Público, afirmaron senadores oficialistas que cerraron filas contra la permanencia de la polémica legisladora opositora en el seno del Congreso Nacional.
La destitución era la crónica de una “muerte” anunciada desde el momento que salieron a flote acciones y omisiones sancionadas taxativamente por el Congreso, entre ellas el tráfico de influencia, en este caso en beneficio de su correligionario José Luis Torales, comisionado a la Contraloría General de la República a pesar de la prohibición expresa para quienes ejercen funciones políticas.
Torales se desempeñaba como presidente del partido al que pertenece Kattya, y se vio forzado a presentar renuncia luego de que el escándalo que le involucraba ganó estado público, a pesar de los intentos desesperados de la senadora y amigos mediáticos por ocultar las evidencias plasmadas en documentos oficiales presentados como pruebas en el libelo acusatorio del senador Dionisio Amarilla.
Los hechos denunciados que comprometían gravemente a la ahora ex senadora encuentrista fueron: cobro indebido de honorarios, estafa, producción mediata de documentos públicos de contenido falso, uso de documentos públicos de contenido falso e inducción a un subordinado a cometer hechos punibles.
Estas últimas acusaciones tienen relación con una planilla de asistencia de funcionarios del Senado donde aparecía como presente una funcionaria a cargo de Kattya quien, sin embargo, fue vista vacacionando en Estados Unidos.
De acuerdo a los datos, Kattya pidió a las autoridades del Congreso que su recomendado sea liberado de la exigencia de trabajo presencial, mientras en otro escenario la misma lanzaba sapos y culebras contra planilleros, recomendados y funcionarios vip.
Kattya González es señalada de encabezar junto a aliados mediáticos amigos y la entonces abdista Fuerza Republicana una de las campañas electorales más perversas e infames de que se tenga memoria, con el objetivo de lograr el continuismo del esquema liberal efrainista, el abdismo y saldos y retazos de la oposición para continuar con el festival de beneficios, prebendas, licitaciones, cargos, impunidad ante delitos y otros tantos “regalos” del anterior gobierno de Marito a los “amigos mediáticos y de la oposición”.
La ex senadora nunca criticó al gobierno de Marito, a pesar del desastre de gestión gubernativa y el latrocinio extendido en pandemia, pero sí descargó munición gruesa y permanente contra el ex presidente Horacio Cartes y todo lo que tenga tinte de cartismo, pasando olímpicamente por alto la grosera y abierta intromisión del embajador norteamericano en los asuntos internos del Paraguay.