La decana recibe críticas de variado calibre sobre sus expresiones, calificadas de soberbias, desubicadas y no ajustadas a la verdad sobre el contenido del proyecto Arancel Cero. «Se nota que no leyó la ley aprobada en mayoría», gatillan en redes sociales.
Ciudadanos que afirman haber leído o se interiorizaron del contenido del proyecto Arancel Cero llamaron la atención sobre la posición llamativa de la decana de Ciencias Veterinarias de la UNA, Viviana Ríos, con respecto a este tema y la manipulación del estudiantado que también muestra supino desconocimiento del proyecto de ley aprobado por el Congreso Nacional.
“Evidentemente, esta decana no leyó el proyecto y automáticamente busca empatizar con los estudiantes poniéndose del lado de ellos”, opinan indignados de las redes sociales, tras observar que Ríos “no solo patea contra su olla sino adopta una posición de rebeldía ante el gobierno y los impulsores del Arancel Cero”, afirma Magno Solabarrieta.
Ríos publicó un comunicado en el cual emite manifiestos rebeldes contra las autoridades de la UNA y reivindica la “lucha” de los estudiantes manipulados tratándoles de “combativos, resilientes y comprometidos con la Patria”, al mejor estilo de los políticos líbero-zurdos que violentan a tambor batiente los proyectos Arancel Cero y Hambre Cero con el incuestionable perfil de hacer oposición por oposición luego de la estrepitosa caída de ese electorado en las pasadas elecciones generales.
Fuentes de Veterinaria UNA confirman que la Ríos es de ideología liberal y, por tanto, cuando tiene la oportunidad saca a relucir esa ideología política en favor de sus colores “como lo está haciendo nuevamente en esta ocasión”, apunta una estudiante que pide el anonimato por temor a represalia.
En su llamativo comunicado, la decana dice que la movilización de los jóvenes busca salvaguardar su derecho a una educación superior de calidad, gratuita e inclusiva y señala que las manifestaciones estudiantiles buscan garantizar los presupuestos y transferencias efectivas de los proyectos y programas del Fonacide, que en su momento han sido suficientemente aclarados por referentes del gobierno en base al proyecto sancionado en mayoría.
Ensayando una defensa a ciegas del estudiantado en rebeldía que, según el gobierno, está manipulado por intereses de la oposición y la prensa amiga, Ríos dice que cada universidad tiene su realidad y dispara munición gruesa contra “referentes de la conducción nacional de la más alta jerarquía” sosteniendo que realizaron “consideraciones imprudentes y concluyentemente soberbias” contra los estudiantes con el objetivo de “menoscabar o burlarse de que se trata de un grupo ínfimo”.
Continuando con sus disparos verbales, la decana de Veterinaria gatilla contra las autoridades que “miran por encima del hombro desde el pedestal que les otorga el cargo” y hace otra serie de consideraciones tachadas de desubicadas y arrogantes, por lo que cabe “en primer lugar una rectificación ajustada a la verdad de los hechos o, en su caso, un sumario administrativo o la destitución, por tratarse de un cargo nominado”, coinciden en expresar indignados sociales e incluso estudiantes de Veterinaria UNA abordados por La Mira.