Los antinarcóticos llegan tarde al operativo porque los soldados de la droga huyeron, en una práctica repetida en los operativos donde Senad no alude a detenciones sino enfoca sus resultados en otros datos.
Una de las principales fortalezas de la Senad se encuentra respaldada en la cooperación internacional entre Paraguay y Brasil, en este caso el operativo “Nueva Alianza”, considerada como la mayor intervención de erradicación de cultivos de marihuana del mundo desarrollada en la frontera de ambos países.
Esta actuación conjunta ha resultado, en primer lugar, en la destrucción de casi 1.000 hectáreas de marihuana, principalmente en el departamento de Amambay, circunstancia que ha generado la escasez de dicha sustancia en varios estados del Brasil, el principal mercado de esa droga adictiva, según la Senad.
En el operativo, las fuerzas antinarcóticas conjuntas sacaron de circulación 2.889.000 kilos de marihuana de valor multimillonario, que genera un perjuicio decisivo a las estructuras criminales y su economía calculado en 86 millones de dólares.
«Nueva Alianza», no solo focalizó sus intervenciones en el departamento de Amambay sino también en bosques de Canindeyú, donde fueron desmantelados 182 centros de producción y acopio de la droga.
“Paraguay y Brasil asumen que la cooperación representa la principal vía por la cual el crimen organizado experimenta disminuciones sustanciales en su estructura. En esto radica la importancia de ‘Nueva Alianza’”, afirma el informe oficial de la Senad tras aludir a la reciente reunión realizada por el ministro Jalil Rachid y el titular del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública del Brasil, Ricardo Lewandowski.
En una práctica repetida y cuestionable, la Senad no hace alusión a detenidos, detalle no menor a la hora de identificar las estructuras criminales y establecer esquemas de represión en instancias superiores, y no a simple nivel de los soldados del narcotráfico.