La ARP afirma que sin la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado en el norte, la violencia, los secuestros y las extorsiones serían la norma y no la excepción.
La Asociación Rural del Paraguay (ARP), que aglutina a productores pecuarios comprometidos con el desarrollo y la paz, dio a conocer un comunicado a la opinión pública en la cual hace una reflexión de fin de año con respecto a la inseguridad en el norte del país y tras reclamar con vehemencia el fin de la violencia expresa la importancia de que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) siga haciendo su trabajo de contención del terrorista Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), señalado de generar decenas de secuestros y muerte de compatriotas y de mantener un esquema de miedo que, sin embargo, no logra frenar el espíritu de trabajo y productividad en la zona.
“En este cierre de año, queremos expresar a viva voz nuestro llamado al cese de la violencia en el norte del país, y expresamos nuestro firme apoyo a los trabajos realizados por las fuerzas de seguridad: a la FTC, a los militares, policías y miembros del Ministerio Público, que se esfuerzan por mantener la seguridad en la zona, pidiéndoles que no decaigan en este duro trabajo de llevar la paz y la tranquilidad a las familias paraguayas”, expresa el comunicado.
Coloca sobre los hombros del Estado la responsabilidad de realizar todos sus esfuerzos legítimos para hacer prevalecer el Estado de Derecho en todo el país, eliminando el actuar de grupos terroristas, específicamente el EPP.
Antes de ello, la ARP señala que la FTC ha significado un alivio para las poblaciones norteñas, “ante la zozobra que generan los terroristas que mal se autodenominan Ejército del Pueblo Paraguayo”.
“En los últimos años, hemos sido testigos de asesinatos, secuestros y amenazas, de violencia indescriptible contra pacíficos pobladores de la zona, sin olvidar los asesinatos de miembros de las fuerzas de seguridad”, añade, tras enfatizar en el riesgo generado a la convivencia democrática y el desarrollo socioeconómico de la región.
Contrario a la postura de indignados sociales, la ARP afirma que sin la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado en la zona, la violencia, los secuestros y las extorsiones serían la norma y no la excepción.
“Hoy podemos apreciar la situación ha mejorado notablemente, aunque seguimos aquejados”, alega, en referencia explícita al ambiente de intranquilidad reinante y el reclamo de libertad de los secuestrados Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Oscar Denis, a quienes señala afirmando que “no los olvidamos”.
El comunicado también se hace eco de menores de edad al servicio del terrorismo.
“Estamos horrorizados de las pruebas presentadas ante la opinión pública, que demuestran la exposición de niños a situaciones de peligro, entrenando e incentivándolos a la comisión de hechos violentos”, recalca.
El gremio rural critica igualmente contra el reclutamiento forzoso de indígenas, llevando el terror a las familias de las comunidades originarias.
“Estos hechos son una prueba más de la violencia sin sentido del EPP que, para concretar sus siniestros designios, no respeta siquiera los mínimos principios de humanidad”, puntualiza el documento.