El pueblo al que rendía culto Marito antes de ser Presidente se le dio la vuelta y ahora pide su renuncia o destitución del cargo.
Antes de ser electo Presidente de la República, en pleno proselitismo por la Lista 1 (ANR), el entonces candidato Mario Abdo Benítez cuestionó el ambiente de ofensas y críticas que sacudía el ambiente preelectoral, y tras pedir calma a la población dijo que no se le debe subestimar nunca al pueblo paraguayo.
“Escucho mucho rencor, pero nosotros vamos a devolverles amor, porque el Paraguay necesita que nos reconciliemos. La gente va a saber votar, no hay que subestimarle al pueblo paraguayo», expresó entonces Marito, que venía de ganarle la pulseada por la candidatura partidaria a su correligionario Horacio Cartes, hoy erigido en un aliado con piolita.
Marito dijo también que no hará nunca lo que criticó, ya que una injusticia no se repara con otra injusticia.
Ante un entorno de seccionaleros y aduladores que le rodeaban seguramente en busca de ventaja o beneficios cuando asuma el poder, dijo que no usará el triunfo electoral para revanchas personales y que no permitirá que se le persiga a ningún solo colorado.
En diálogo con la prensa, expresó que un verdadero líder debe caminar con la gente por los barrios, conocer sus inquietudes y trabajar juntamente con ellos para solucionar los problemas, que son muchos.
“El pueblo te elige para gobernar, no te elige para que vos delegues ese mandato a burócratas fríos”, disparó.
Luego de señalar que el mismo será un Presidente diferente a los anteriores Jefes de Estado que dejaron el poder cargados de cuestionamientos, en caso de ganar las elecciones generales prometió gobernar “recuperando la capacidad de diálogo y la unidad entre todos los paraguayos”.
Ni lo uno ni lo otro.
Cuando no ha cumplido siquiera la mitad de su mandato de 5 años, Marito se encuentra actualmente en su peor momento de gestión, acogotado por gritos de “corrupto, ladrón e inútil”, y, como gran paradoja, ese mismo pueblo del que dijo que no se debe subestimar hoy día se ha rebelado y pide su salida del gobierno, harto de la corrupción y el desastre nacional.