La prensa asuncena ofrece amplio destaque este lunes a la regulada de micros, que en algunos casos es calificada de «criminal». El gobierno se maneja históricamente de acuerdo a los intereses empresariales, ninguneando el clamor de mejor servicio.
Como si el desastre nacional por la mala gestión de gobierno no fuera suficiente, la sufrida ciudadanía es sometida este lunes a la regulada del transporte público urbano e interurbano, sometiendo a los pasajeros a una terrible tortura, especialmente a quienes deben cumplir horario de trabajo.
“Estoy esperando hace media hora y los pocos micros que pasaron estaban repletos”, aseguró Felipa Gómez, usuario de la línea 30 que cubre el trayecto Luque-Asunción, y viceversa.
En similares términos se manifestaron usuarios a lo largo de la avenida Aviadores del Chaco y las principales vías de acceso a la capital, que brillaban por la ausencia del servicio de transporte.
La llamada “mafia del transporte”, congregada en el Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), trata de justificar el pedido de incremento del precio del boleto apelando a remanidos pretextos, entre ellos la variación de costos generada por la suba de la cotización del dólar en el mercado internacional que, según afirman en causa común, les hace imposible brindar un servicio digno, sin contar la supuesta pérdida que sufre el gremio.
A través del histórico directivo César Ruiz Díaz, uno de los rostros más repudiados por la ciudadanía, los empresarios señalan que “por esta vez” no estarán pidiendo más subsidios del gobierno, con lo cual buscan victimizarse para evitar escraches y aparecer ante la opinión pública como muy considerados.
Por su parte el gobierno, a través del Viceministerio de Transporte, da parte de ausente ante la necesidad poblacional, convirtiéndose así en otro compartimiento público estanco, insensible, movido exclusivamente bajo intereses del sector empresarial.