Masi es rápida a la hora de despotricar contra los intereses del cartismo, pero calla cómplicemente los robos en serie del gobierno de Marito y el derroche de 10 millones de dólares de su marido involucrado en el caso Filicóptero, según denuncias.
“¿Qué está haciendo la fiscalía?”, preguntó con vehemencia la senadora de izquierda Desirée Masi tras ser abordada por la prensa oficialista acerca del destino de una denuncia mediática que compromete al ex presidente de la República Horacio Cartes en presuntos hechos de lavado de activos a través de un esquema de blindaje a prueba de balas que permite vulnerar supuestamente los sistemas puntuales de control estatal.
Masi puso en tela de juicio la imparcialidad del Ministerio Público en cualquier caso de investigación que involucre a Cartes, bajo el argumento de que la fiscala general del Estado, Sandra Quinóñez, es funcional a los intereses del político devenido en exitoso empresario.
La senadora del Partido Democrático Progresista (PDP, izquierda bolivariana) es señalada como uno de los voceros del oficialismo colorado en el poder y la oposición unida en un mismo frente común contra los intereses de Cartes, aunque casi nunca se la ha escuchado cuestionar y, mucho menos, condenar, el gobierno corrupto e inoperante del presidente Mario Abdo Benítez, siquiera en los peores momentos de la pandemia, cuando saltaban a la luz pública los casos multiplicados de robos de fondos multimillonarios contra el covid, recabados de préstamos externos que deberá pagar toda la ciudadanía.
“Quien no te conozca, que te compre”, le espetó a la senadora zurda la indignada social Mara Soledad Centurión, tras sacarle en cara el papel de protectora de Marito que ha llevado adelante durante todo el presente gobierno, lo que le valió, según dijo, impunidad a su marido el exministro del Interior Rafael Filizzola, acusado de vaciar un fondo de 10 millones de dólares destinados en los papeles a la compra de helicópteros para la Policía Nacional.
“Deberías de preguntarte qué hace la fiscalía sobre tu correligionario Giuzzio, amigo de narcos, o el mismo Efraín Alegre, gran corrupto, y ni qué decir tu esposo Filicóptero. En un Estado serio, con un Congreso que hiciera su trabajo, todos ellos hubieran estado hace años purgando penas carcelarias en Tacumbú, pero mediante parlamentarios como vos hoy día disfrutan en libertad de todo lo que han robado”, disparó en su sitio social Sonia Mabel Andino.
“No le pueden parar a HC en las urnas, y acuden entonces al garrote político con el soporte de la prensa oficialista”, dice por su parte Heriberto Mancuello.
Comentó que Marito y sus amigos zurdos, con la dirección técnica de Hugo Velázquez, se han unido en causa común contra Cartes, ninguneando olímpicamente los reclamos ciudadanos.
“No paran de perseguir a las industrias tabacaleras, que pagan impuestos superiores al 20%, cuando deberían abonar solo el 10%, mientras los licores, whiskies y vinos (importados en gran escala por el grupo Vierci, integrante de la asociación anticartes), apenas tributan entre 3 y 7%, en una reveladora desigualdad impositiva que nada importa a las autoridades y parlamentarios sino disparar a mansalva contra los intereses cartistas”, opinó en su sitio social Juan Ramón Arévalos Cañiza.
Masi es recordada por salir en defensa del senador Rodolfo Friedmann acusado de lavado de dinero, cohecho pasivo y asociación criminal durante su pasada gestión de gobernador del departamento de Guairá cuando, según las denuncias, convirtió la Gobernación en un gran negocio personal y familiar, provocando un agujero financiero de miles de millones de guaraníes cuyo destino no pudo investigarse porque la Masi, entre otros senadores, negaron el desafuero del entonces amigo de Marito.
La senadora «dueña» del PDP, junto con otros políticos como Efraín Alegre, Celeste Amarilla y Kattya González, que fungen de opositores, en la práctica se manejan con el oficialismo colorado abdista en un mismo espíritu de lucha contra los intereses del cartismo, en una carrera desesperada por cooptar votos ciudadanos que, según encuestas de opinión extraoficiales, les son hasta el momento ampliamente desfavorables.