No importa el año (el de la foto es del 2018), muchos servicios están totalmente colapsados en el IPS, señalado como fuente de riqueza rápida y fácil de sucesivos clanes de saqueadores seriales. (Foto: Diario HOY).
En base a una denuncia documentada acerca de desvíos y derroches descomunales en el Instituto de Previsión Social (IPS) en la era Bataglia, para el próximo lunes 4 de setiembre fue convocada la mesa directiva del Senado nacional con la finalidad de acumular evidencias que colocan al monopólico servicio médico asistencial y jubilatorio como una de las mayores fuentes de saqueo institucionalizado y tomar las providencias correspondientes a partir de denuncias penales que, en un primer momento, involucran en grado sumo al ex presidente Vicente Bataglia y a todos los consejeros.
Bataglia es señalado por los propios funcionarios como el director técnico de la escalada rapiñadora que durante todos estos años manipuló a gusto y paladar los fondos institucionales, incluidos recursos reservados exclusivamente para la inversión y bienestar de los jubilados, que hoy día sufren las consecuencias de la política de perversión impune con el respaldo de políticos individualizados con nombre y apellido cuyas identidades posiblemente saltarán en la reunión del lunes.
En el marco del festival de derroches financieros están incluidos los llamados a licitación para la oferta de bienes, insumos y servicios, que históricamente recaen siempre en los mismos beneficiarios, convertidos de esta manera en socios comerciales con quienes supuestamente deberían velar por los intereses de los trabajadores aportantes y empleadores.
A nadie escapa la pésima calidad de servicio de la previsional, que en los últimos años ha recibido millares de nuevos asegurados con otros millones de aportes económicos que en la práctica solo significan números importantes para las arcas institucionales que no se traducen en el mejoramiento de la calidad de los servicios sino todo lo contrario, con consultorios atestados de pacientes.
En la contracara, se cuentan por miles los enfermos que después de cansadas insistencias “logran” un turno de atención para dentro de varios meses, como ocurre con los servicios de cardiología, neurología, enfermedades críticas e incluso áreas de demanda generalizada como oftalmología, odontología, pediatría, ginecología, clínica médica y traumatología.
“Mi pequeño hijo tuvo rotura de fémur y le tuvieron esperando 5 horas frente a la sala de trabajos del IPS Central hasta que ya no aguanté más el ninguneo de los médicos y entré a la fuerza para que le atiendan a mi niño porque ya no aguantaba el dolor”, comentó estos días en su red social una dolorida mamá tras lamentar la pésima calidad de servicio en una institución que recauda más de 619.000 millones de guaraníes mensuales.
“Seguramente el lunes vamos a tener más datos de este monumento a la corrupción”, dijo la senadora Kattya González, quien presentó la moción de convocatoria que incluye en primer término al contralor general de la República, Camilo Benítez.
De acuerdo a los datos, IPS pagó a proveedores más de 158 millones de dólares en la era Bataglia sin la obligatoria contrapartida documental.
Con excepción de la representante del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) Claudina Silvera, quien fue destituida, los restantes miembros del Consejo de Administración del IPS de la era Bataglia continúan campantes en sus zoquetes.
Según datos, todos ellos mantienen pendiente sobre sus cabezas la amenaza de denuncia penal por los saqueos denunciados y otras múltiples irregularidades que irán saliendo a la luz luego de la comparecencia del contralor general y de investigaciones encargadas al nuevo director de la previsional, Dr. Jorge Brítez, quien también dejó su cargo de consejero representante del Ministerio de Salud Pública para asumir el barco a la deriva llamado IPS, según los propios funcionarios previsionales.