La encargada de belleza de la primera dama nombrada cónsul de primera categoría con la bendición de Marito, en una nueva pifiada del gobierno que expone el perfil improvisado y corrupto del presidente de la República. (Foto: La Nación).

A medida que pasan los días y se acerca el inexorable final de mandato para el presidente Mario Abdo Benítez, este hijo de la dictadura continúa campante con el festival de derroches y burla a la inteligencia de la gente, en este caso nombrando nada menos que cónsul de primera categoría a Fiorella Ricciardi, una mujer de la socialité asuncena erigida en estrella del universo de moda encargada del mullido y ostentoso guardarropas de la primera dama, entre otros detalles referentes a la imagen de Silvana López Moreira.

La Ricciardi ejercerá funciones en Canadá, con todas las prerrogativas del cargo, léase salariazo de primer mundo y privilegios vinculantes.

De acuerdo a los datos, la flamante cónsul no tiene formación académica para el ejercicio de la carrera diplomática, un condicionamiento que puede ser ocasionalmente pasado por alto por el presidente de la República, pero no deja de constituir una bofetada para profesionales que han quemado pestañas para estudiar la carrera y han instalado méritos de aptitud y eficiencia operativa para ser nombrados en el apetecido cargo.

Como se ha hecho costumbre, el canciller nacional Julio César Arriola se ha mostrado ciego, sordo y mudo ante esta nueva muestra de desprecio de Marito hacia la autonomía del Ministerio de Relaciones Exteriores, que viene de ser vilmente manipulada por el gobierno de Estados Unidos luego de que estableciera en nuestro país una especie de tribunal de justicia paralelo que dictó sentencia contra 9 jerarcas del Partido Colorado sin derecho a la defensa, y en contrapartida ni un solo opositor o dueño de holding mediático siquiera fue citado como comprometido con el crimen organizado, especialmente el lavado de dinero.

Arriola se ha convertido en un bufón diplomático como resultado del falso perfil de autoridad que lo mantuvo intocable en su cargo con la bendición de Marito, mientras caras largas se extienden impotentes en la galería de decepcionados que estaban en lista de espera para ocupar cargos diplomáticos o cubrir vacancias en países con los que el Paraguay mantiene relaciones oficiales.

Entre las actividades reservados a los consulados figuran la expedición y renovación de pasaportes, asistencia y orientación a terceros países en situaciones de emergencia, cuidado de los compatriotas detenidos o encarcelados y vigilancia de la legitimidad de sus respectivos procedimientos judiciales.

El cónsul también está encargado de expedir documentos varios a ciudadanos extranjeros que desean visitar el Paraguay.

“Lo único que se sabe de esta mujer es que es especialista en pintar las uñas y preparar el millonario guardarropas de la primera dama, por lo que desconocemos cómo o qué hará para disimular su condición de impostora justamente en un país de primer mundo que censura las improvisaciones como ha ocurrido en este caso”, confesó este lunes una funcionaria de carrera de Relaciones Exteriores abordada por La Mira que pidió el anonimato por temor a segura represalia, tras culpar a Marito “por este nuevo desastre” de su gestión gubernativa.

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