Algunas de las llamadas de atención para los padres, cuidadores o familiares son el dolor y/o tumefacción de las articulaciones, disminución o pérdida de fuerza muscular, que muchas veces se traduce en caídas frecuentes, cansancio, dificultad para levantar cosas o subir escaleras, advierte la Dra. Vega.

Paraguay arrastra complicaciones históricas en materia de estadísticas, pero según datos creíbles tan solo en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu se evalúan entre 700 a 800 niños, niñas y adolescentes que presentan patologías reumáticas y problemas vinculantes.

En el Día Mundial de Enfermedades Reumáticas en Niños y Jóvenes, que se conmemora cada 18 de marzo, la reconocida reumatóloga pediátrica, Dra. Cynthia Vega, advierte que la derivación temprana y el tratamiento precoz cambian el pronóstico y hacen una gran diferencia en la calidad de vida de los niños que sobrellevan la enfermedad.

Según la profesional, la artritis idiopática juvenil (AIJ) y el lupus eritematoso sistémico, seguido de la enfermedad de Kawasaki, son las patologías más frecuentes.

“En esta fecha emblemática buscamos crear conciencia y dar visibilidad a estas patologías ya que, si bien las enfermedades crónicas no tienen cura, siguiendo un tratamiento adecuado con controles regulares se puede controlar la actividad de la enfermedad y darle una buena calidad de vida al paciente. Hay casos en donde la enfermedad incluso puede entrar en remisión definitiva”, refirió la especialista.

Algunas de las llamadas de atención para los padres, cuidadores o familiares son el dolor y/o tumefacción de las articulaciones, disminución o pérdida de fuerza muscular, que muchas veces se traduce en caídas frecuentes, cansancio, dificultad para levantar cosas o subir escaleras.

Pueden presentarse también fiebre prolongada, decaimiento o pérdida de peso. Según el tipo de patología, puede haber compromiso de órganos y sistemas, como el pulmón, corazón, riñones o la piel.

“El tratamiento es, según cada enfermedad, particular e individualizado para cada paciente, pero, en general, se utilizan antiinflamatorios, corticoides e inmunosupresores”, puntualiza la Dra. Vega.

Martín Rivas es miembro de la Asociación de Guerreros de la Artritis (AGA) y fue diagnosticado con AIJ a los 10 años. Hoy, con 37 años de edad, y después de un largo camino recorrido, afirma que lleva una vida 99% normal y que lo más importante, junto con el tratamiento, es el apoyo de la familia.

“Quiero decirles a todos, a partir de mi experiencia, que muchas veces lo más importante es que el cuidado y la ayuda recibida. Cuando uno es niño es difícil muchas veces comprender, por lo que les pido que den mucho apoyo y comprensión a los niños”, refiere.

La Dra. Vega destaca que se trata de enfermedades con gran impacto en la calidad de vida y la dinámica familiar, por lo que el apoyo de la familia y entorno del paciente (maestros, amigos, compañeros), es crucial para que las personas afectadas desarrollen plenamente sus actividades, afectando lo menos posible su autoestima o su desenvolvimiento social.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *