El observatorio ciudadano idealiza de esta manera el perfil de Marito ante la posibilidad de que su ex aliado Velázquez destape la olla del esquema de aprietes y dominación ejercida por el gobierno para asegurar el continuismo.
Del día a la noche, luego de que el gobierno de Estados Unidos etiquetara al vicepresidente de la República Hugo Velázquez como “significativamente corrupto”, las relaciones en el interior del oficialismo colorado han precipitado un ambiente de tensión predecible y altamente sensible para las pretensiones políticas de los referentes principales quienes, aliados al “toro republicano” apelaban a la maquinaria estatal para asegurar el continuismo.
Ahora que Velázquez está técnicamente fuera de competencia abierta dentro de las filas del Partido Colorado, pero “significativamente atornillado” a su cargo de vicepresidente, se ha instalado una usina de rumores acerca de los próximos días y meses en caso de que el número 2 del Poder Ejecutivo se aferre al poder y, tal como lo anunciara públicamente en medio de la efervescencia provocada por las malas nuevas de Estados Unidos, comience a poner en práctica su alejamiento de las filas del abdismo.
“Lo que produce resquemor y pánico es la posibilidad latente de que Velázquez dé a conocer de alguna manera, y en instancias aún impredecibles, datos y detalles del esquema de perversión política, jurídica, social y económica practicado por el oficialismo para asegurar el continuismo en el poder”, comentaron fuentes palaciegas donde, afirman, “el horno no está para bollos” mientras el inquilino de la ex mansión de los López se mantiene en modo “callado”, posiblemente para no mover el avispero que, de hecho, está en punto de ebullición.
Este fin de semana será clave para definir el panorama en el alto círculo de gobierno, donde las papas queman y muchos referentes de peso del oficialismo partido en dos posiblemente no podrán dormir hasta que pase el culebrón y, tal como seguramente lo idealizan, la situación declarada retorne a sus conductos normales, lo cual es puesto en duda por otros popes de la misma carpa republicana.
“El punto central es que por acción y omisión salgan a la luz pública detalles de cómo el gobierno mantiene cooptada a la prensa supuestamente independiente que se ha convertido en vocera del oficialismo, y también bajo qué incentivos sostiene su cartera electoral, entre ellos el funcionariado público y sectores del populismo rampante”, comentó nuestro informante, tras advertir que “se vienen tiempos de tormenta dentro del oficialismo”.