En medio de dudas, rumores y supuestos acerca de su posible desembarco en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el influyente ministro de Hacienda Benigno López mantiene sus pies en la cartera de Estado de la mano de su hermano el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a pesar de cargar sobre sus hombros un estigma acumulado por evidencias documentadas de saqueo de recursos del covid y al menos 13 denuncias formales por hechos de robo de fondos del Instituto de Previsión Social (IPS) que suman al menos 100 millones de dólares, entre otras perlas de esta alta autoridad de gobierno.

“El BID está a tiempo de evitar quemarse con esta persona, a pesar de que se sabe que merece un premio por prestarse a los intereses de esa entidad crediticia internacional y enriquecer a su anterior representante en Paraguay, Eduardo Almeida, por avalar un préstamo espurio de 27 millones de dólares a la multinacional Tigo”, posteó estos días en su sitio social el indignado Adalberto Maciel, luego de salir a luz la noticia de que Benigno aterrizará en esa matriz bancaria sin que se conozcan detalles de su elección.

Solo en el IPS, el intocable hermano de Marito acumula 13 denuncias penales por presunto robo de fondos institucionales que, según los escritos presentados en su momento ante el Ministerio Público por el presidente de la Asociación de Funcionarios Profesionales, Econ. Sergio Lovera Cañete, se consumaron bajo varias variadas modalidades delictivas con la complicidad de amigos, y que suman al menos 100 millones de dólares.

En su momento, el entonces presidente del IPS, Benigno López, pisoteó la limitación previsional al acudir a los servicios del BID, representado en Paraguay por Eduardo Almeida, para obtener el aval superior que necesitaba de esa banca internacional para concretar el negociado con Tigo, que ha significado un perjuicio patrimonial de 27.500.000 dólares con el préstamo espurio de G. 367.000 millones a la empresa Tigo. Sumados a esto, los préstamos “Confianza BID” a los bancos de G. 481.000 millones, de los cuales el 0,05% de ese monto se quedó en manos de Almeida y Benigno, sin el conocimiento ni consentimiento del BID.

“De esta manera, el BID tiene 481.000 millones de razones para entronar a su cómplice Benigno”, tiroteó Lovera Cañete.

“En un país serio donde funcionan las instituciones del Estado, en este caso el Ministerio Público y el Poder Judicial, hace años Benigno hubiera estado preso en Tacumbú, pero por acción y omisión de autoridades genuflexas y funcionales al poder, este señor hoy día está a punto de recibir un premio internacional de alta gama que, de ser consumado, significará el fin de toda credibilidad y confianza para el BID”, puntualizó.

Hace un par de semanas, informes surgidos en ámbitos de gobierno aseguraban la renuncia del ministro para pasar a ocupar el cargo de vicepresidente del BID, pero según pasan los días no se produce lo uno ni lo otro, con lo cual la expectativa queda boyando en imprecisiones y supuestos, en un momento donde el involucramiento del Ministerio de Hacienda en el manejo de los recursos del Estado se torna imperativo para la reactivación de la economía, sumida en una profunda crisis.

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