Marito a bordo de un avión, una práctica habitual convertida en hobby. Ahora enfila rumbo a EE.UU. para un banquete de alto vuelo, tirando a los leones la institucionalidad nacional. «Da lo mismo que se vaya o que se quede», ironizan en las redes sociales.

Como si las gravísimas acusaciones del gobierno de Estados Unidos contra la institucionalidad de la República del Paraguay se trataran de un problema menor o una cuestión sin trascendencia de valor, el  presidente Mario Abdo Benítez viaja este viernes al país del norte para participar, junto a su esposa, de la faraónica boda del cantante Marc Antony y nuestra compatriota Nadia Ferreira.

A nadie extraña, sin embargo, la ausencia de Marito en un momento álgido y quemante de la vida democrática del país porque se trata de una práctica habitual del polémico Jefe de Estado, “famoso” por realizar de forma continuada viajes a variados puntos del mundo costeados con millones de guaraníes del presupuesto público y sin ningún beneficio para el país y la gente, sino para la exclusiva pareja de excursionistas.

La actitud de Marito no pasó desapercibida y, mientras ciudadanos indignados vuelcan adjetivos descalificadores otros señalan que le da lo mismo al país que el presidente esté presente o ausente porque el mismo no representa a la gente sino a un entorno de plutócratas que son quienes manejan el gobierno y tiran a los leones a los señalados de enemigos, como ocurre con el cartismo.

“Si se creía buen dignatario, lo primero que hubiera hecho Marito es convocar de forma urgente a una reunión de su gabinete y, tras confeccionar un comunicado a la opinión pública nacional e internacional, presentar las quejas oficiales del gobierno paraguayo a su par norteamericano por la grave intromisión de este país en los asuntos internos de nuestra República independiente y soberana”, disparó en su sitio virtual el indignado Alfredo Damián Martínez, en coincidencia con centenares de posteadores que no dejan de sorprenderse por la actitud antipatriótica del hijo de la dictadura.

“Marito no movió un dedo para aparecer, aunque sea en la foto, como tanto le gusta, defendiendo la institucionalidad del país gravemente lesionada por una potencia extranjera y prefirió ir a farrear a costillas del contribuyente, en una muestra patética de irresponsabilidad y ninguneo a los intereses de la Patria”, posteó el ciudadano Obdulio Vidovich.

Políticos de alto vuelo, especialmente legisladores, discuten este martes acerca de la tormenta generada por el gobierno norteamericano al establecer sanciones económicas contra el expresidente Horacio Cartes y el actual vicepresidente Hugo Velázquez, y no descartan calificar el hecho de intromisión en los asuntos internos del Paraguay, más aún después de que varios congresistas fueran señalados, sin ser identificados, de recibir sobornos millonarios para alzar las manos en señal de aprobación a una eventual enmienda de la Constitución Nacional para que el entonces presidente Cartes continuara en el cargo a través del continuismo.

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