Los kits de la infamia y el deshonor. Comunidades campesinas rechazan los alimentos por considerarlos despreciables al provenir del chantaje del EPP y del sufrimiento de un hombre trabajador que mantienen secuestrado.

Pobladores de escasos recursos económicos de la comunidad de Arroyito, en el norteño departamento de Concepción, dieron este domingo una cátedra de pundonor y amor propio al rechazar con contundencia y autoridad los millonarios combos de alimentos exigidos por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) como una de las condiciones para liberar al ex vicepresidente de la República, Oscar Denis, secuestrado el pasado jueves mientras acudía a un falso pedido de auxilio procedente de su establecimiento ganadero ubicado en el entorno de Yby Yaú, donde hacía apenas una semana se produjo el fallido intento de las fuerzas públicas de seguridad por erradicar al grupo armado a través de un ataque supuestamente “bien planificado”.

“Somos pobres y hace años por acá no existe presencia del Estado, pero tenemos dignidad y no vamos a permitir que nos utilicen, más aún a costa de un secuestro extorsivo que rechazamos rotundamente, así como cualquier otro crimen o delito cometido en contra de compatriotas trabajadores”, expresó uno de los líderes a través de la televisión.

Comentó que la situación de carestía es generalizada en toda la zona de Arroyito, originalmente territorio social convertido en comunidad con 7 núcleos poblacionales donde la presencia del Estado es nula.

“Estamos rechazando los kits de alimentos, y definitivamente no vamos a aceptarlos”, señaló con firmeza otro líder, tras aclarar que “sí estamos en condiciones de aceptar los kits prometidos por el gobierno para la gente pobre, que por acá no han llegado, pero seguimos esperando”.

Una condición innegociable exigida por el EPP para la liberación de Denis es la entrega de combos de alimentos por valor de 2 millones de dólares a 40 comunidades vulnerables del departamento de Concepción, contenidos en bolsas que deben llevar la inscripción “Gentileza del EPP” con el logotipo de la facción criminal.

La familia del ex vicepresidente informó en conferencia de prensa haber cumplido con esta exigencia y tras pedir la liberación del padre de familia clamó a los secuestradores a suministrar medicamentos vitales al cautivo, bastante condicionado en su salud por patologías crónicas.

La expectativa por la liberación, sin embargo, pierde optimismo desde el momento que los rebeldes reclaman la libertad de los principales líderes, Carmen Villalba y Alcides Oviedo, recluidos en el penal de mujeres El Buen Pastor y la Agrupación Especializada de Asunción, respectivamente, de frente a la negativa categórica del gobierno de prestarse al chantaje, en concordancia con la Constitución Nacional, que establece como únicas excepciones los excarcelamientos por motivos humanitarios o indultos presidenciales, que el año pasado no se produjeron por una decisión del presidente Abdo Benítez.

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