González desembarcó en Itaipú de la mano de Marito, quien colocó a su apadrinado en uno de los cargos más estratégicos del país a pesar de su estigma de «traidor».

El nombramiento del canciller Federico González como nuevo director general paraguayo de Itaipú Binacional cayó como balde de agua fría en la indignada ciudadanía, y más especialmente en sectores técnicos, que tempranamente coinciden en adelantar un nuevo fracaso en el manejo de asuntos de la hidroeléctrica y, fundamentalmente, en las renegociaciones con el Brasil sobre el controvertido Anexo C.

El punto más criticado del increíble cambio ordenado por el presidente de la República consiste en el nombramiento en el encumbrado cargo de una persona absolutamente inhábil y sin ninguna formación ni capacitación en un tema vital para la economía paraguaya, como es Itaipú.

“Técnicamente es un ignorante en el manejo de Itaipú, lo cual es lamentable si se tiene en cuenta la gran cantidad de profesionales idóneos que existen en el país que podrían haber ocupado el cargo de director general con promesa de seguros beneficios para nuestro país”, expresó al diario La Mira el ingeniero Antonio Marín Barrios, quien se desempeña en el sector privado.

González arrastra el estigma de “traidor” con que se refirió a su persona la sociedad paraguaya luego de que salieran a luz a través de la prensa detalles de su involucramiento en la llamada “acta secreta” con el Brasil que, en resumidas cuentas, otorgaba a nuestro socio en Itaipú ventajas comparativas colosales y, nuevamente, postergaban los históricos reclamos de Paraguay acerca de la repartición digna de los recursos y demás beneficios generados por la usina hidroeléctrica.

Luego de conocerse el escándalo, y en vez de asumir cargos ante la justicia por alta traición a la patria, Rivas fue premiado por Marito con el estratégico cargo oficial de ministro de Relaciones Exteriores, para vergüenza del estamento diplomático paraguayo.

Con esta movida, el presidente Abdo Benítez demostró abiertamente su intención de entregar la Itaipú al Brasil y, para que no haya dudas acerca de su infame gestión gubernativa, coloca a su apadrinado en el cargo más relevante de Itaipú, lado paraguayo, a las puertas de la renegociación del Anexo C y la caducidad del Tratado de Itaipú en el 2023.

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