Exactamente 6 escasos días después de asumir su cargo, el presidente de la ANDE completó con su firma el paso que faltaba para ser adjudicada la millonaria licitación, sin tomarse el tiempo para verificar todo el proceso y obrando a las apuradas para favorecer a una empresa amiga.

La diferencia de 6 millones de dólares entre la primera y segunda oferta de la licitación 1495/19 de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), para el suministro de llaves telecomandadas a ser destinadas al servicio eléctrico nacional, evidencia con claridad la existencia de una artera maniobra financiera de autoridades enquistadas en puestos clave del ente para inflar descaradamente el Precio de Referencia, que según técnicos de la propia energética estatal superan por montos millonarios la cotización promedio del mercado para los productos demandados.

“Si la primera oferta presenta una diferencia de 6 millones de dólares con la empresa adjudicada, quiere decir que técnicamente ha presentado una propuesta que incluye lógicamente los beneficios perseguidos; en otros términos, en ese monto ya estaba incluida la ganancia a ser repartida, señaló a La Mira un técnico de la ANDE que pidió el anonimato, al ser requerida su opinión con respecto al caso, que de acuerdo a los datos configuraría un posible hecho de lesión de confianza, estafa y asociación ilícita, entre otros cargos penales devenidos del negociado.

Recomendaciones técnicas presentadas en el proceso de análisis de la licitación, en el sentido de que el mismo pliego de bases y condiciones demostraba evidencias de haber sido confeccionado en base a las conveniencias de la empresa amiga, fueron pasadas por alto por el nuevo presidente de la ANDE, el Ing. Félix Sosa, quien en el meteórico lapso de 6 días estampó con su firma el detalle que faltaba para consumarse el negociado.

En su aparente prisa por cerrar el caso con una celeridad insólita y satisfacer posiblemente la codicia del establishment, integrado por algunos antiguos compañeros de trabajo, el Ing. Sosa también pasó por alto el “detalle” de los 6 millones de dólares de diferencia entre las dos mejores ofertas en carrera.

“Con ese monto de dinero regalado por la ANDE, el Estado hubiera construido más de 500 escuelas públicas con sus equipamientos correspondientes, que tanta falta hacen especialmente en el sector rural”, recalcó nuestra fuente, tras observar con insistencia que “seguramente algún motivo muy importante extra administrativo habrá tenido el Ing. Sosa para aprobar en tiempo récord una licitación que se presentaba con muchos cuestionamientos y ameritaba una inspección minuciosa antes de ser adjudicada”.

Investigaciones del diario La Mira evidencian que el proceso estuvo, desde su mismo inicio, viciado de irregularidades, con el claro objetivo de favorecer a una empresa amiga.

Este objetivo no pudo lograrse con el anterior titular del ente, el Ing. Luis Villordo, pero la corruptela enquistada en la ANDE sí pudo actuar en tiempo y forma para “convencer” con precisión y alta velocidad al Ing. Sosa a estampar su firma en el documento de adjudicación, comenzando de esta manera sus funciones oficiales con el pie izquierdo, y echando un manto de sombra con respecto a su publicitado eslogan de “honestidad y transparencia”.

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