Los artífices de la concertación no se ponen de acuerdo en las candidaturas, especialmente en el liderazgo para enfrentar las presidenciales, que se presentan reñidas y candentes. Todos quieren el timón de mando, y empiezan los titubeos.

Pasan los días y se acercan inexorables los plazos electorales para las inscripciones de listas y candidatos correspondientes ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), ante las dudas y titubeos que se reflejan en la gran carpa opositora anticartista, donde el luguismo, el efrainismo, el acevedismo y el gonzalismo pujan en bandos separados del mismo escenario multicolor.
Tempranamente, la idea de Efraín Alegre de capitanear el buque anticartista se pierde entre el mar de rechazos y el intento abierto y desesperado de otros candidatos por conducir la cruzada en busca del preciado tesoro presidencial.
Pese a todo, el delfín liberal se mantiene firme en sus cuarenta en la creencia de que es el preferido de todos, cuando en su propio sector radical auténtico no logra imponer mayoría, especialmente de parte de llanistas fraternizados en rebeldía contra el “esquema dictatorial, corrupto, oportunista y perdedor” de Alegre, según afirman.
En otra trastienda de la oposición emerge desafiante y ofensiva la presidenciable Kattya González, a quien el electorado le da escasas chances de ganar, a tenor de sus habituales metidas de pata, especialmente la falta de un proyecto creíble de trabajo para levantar el país de su postración moral, política, económica y social, de la cual ella misma es parte al consolidar una asociación fraterna con el oficialismo colorado en el poder que busca el rekutú con un candidato significativamente corrupto que, para Kattya, es un detalle menor.
Entre bambalinas se manejan otros posibles presidenciables que, en cualquier caso, vendrán remando desde abajo, pero mantienen el perfil alto por aquello de que cualquier cosa pueda pasar en política.
Por el lado de Hugo Velázquez, de cero productividad en favor del país pero abundancia y riqueza para su larga parentela y esclavos electorales, la situación se presenta harto complicada, teniendo en cuenta que su afán presidencial quedaría malherida en caso de resultar perdedor en las internas partidarias de la ANR, donde en la intención de votos arrastra varios decibeles por debajo del cartismo en sondeos de opinión independientes.
Lo peor de todo es que si el autoetiquetado “toro republicano” coseche el revés en las internas de su partido, el mismo anunció que no se unirá con el cartismo como Lista 1, ante lo cual no tiene más opción que buscar el abrazo de sus hermanos opositores, que a la hora de la verdad se sabrá si son amigos en las buenas y en las malas, o harán leña del árbol caído como es normal en política.
Teniendo en cuenta este escenario posible, Marito, quien tiene mucho que perder y explicar sobre el desastre de su gobierno, acude a todo tipo de mecanismos para tratar de sacar de competencia a su correligionario-enemigo Horacio Cartes, para lo cual cuenta con la bendición de la oposición cómplice y el apoyo de la prensa amiga, suficientemente premiada con adjudicaciones millonarias y otros tipos de negocios.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *