La edición internacional del diario Clarín, de Argentina, divulga esta imagen apocalíptica de un cementerio de Brasil preparado para la inminente llegada de víctimas del coronavirus. Miles de muertos se hubieran evitado con una política de Estado oportuna y eficiente, señalan los denunciantes de Bolsonaro.

Millares de indignados brasileños agrupados en más de 60 sindicatos y movimientos sociales, entre ellos relacionados con los colapsados servicios de salud, recurrieron ante la Corte internacional de La Haya para denunciar y pedir la condena del presidente Jair Bolsonaro por el cargo de genocidio, supuestamente por cometer crimen de lesa humanidad al echar de menos la amenaza del coronavirus, que ha dejado hasta el momento más de 87.000 muertos y 2,5 millones de contagiados, según los medios de prensa.

Según la denuncia, el polémico presidente Bolsonaro, antes que enfrentar el peligro inminente que significaban los primeros brotes de la enfermedad en algunas regiones del Brasil, se negó a implementar políticas de Estado consecuentes con la situación, y a más de ello él mismo ha demostrado una actitud desafiante ante el covid-19, calificándolo como un “bicho menor”, mientras en gran parte del mundo el mal empezaba a hacer estragos.

La denuncia con perfil de libelo acusatorio está acompañada de un dossier de 64 páginas que detallas las “barbaridades” cometidas por el presidente Bolsonaro que, según los afectados, precipitó el caos sanitario de la nación más grande de Sudamérica, y actualmente con el segundo lugar en índice de países con mayor número de fallecidos a causa del coronavirus.

La prensa brasileña se hace eco con gran destaque este miércoles del asunto, que suma un nuevo escándalo al país.

Bolsonaro siempre desobedeció las recomendaciones del Ministerio de Salud de su país y en muchas ocasiones él mismo encabezó la desobediencia civil al no reaccionar, e incluso incentivar, la aglomeración de leales en actos públicos, hasta que empezaron a multiplicarse los contagios con una cifra récord de perjudicados que tendrán secuelas técnicamente desastrosas para la potencia sudamericana.

“Esta manifiesta actitud de desprecio, negligencia y negacionismo ha tenido consecuencias desastrosas, con el consiguiente aumento de la diseminación y el colapso total de los servicios sanitarios, que se encontraron sin las condiciones mínimas para asistir a la población, lo que derivó en muertes masivas sin poder ser controladas”, afirma el documento, publicado este miércoles por la prensa internacional.

La denuncia se hace eco de la autorización dada por Bolsonaro, en contra de recomendaciones sanitarias, de utilizar la cloroquina como tratamiento contra el coronavirus, y como si esto fuera poco, vetó las leyes aprobadas para contener la epidemia, entre ellas el uso obligatorio de tapabocas en lugares públicos y privados, comercios y templos religiosos.

Bolsonaro acumula una serie de denuncias por intento de genocidio contra pueblos indígenas, y ahora suma tres pedidos de intervención del Tribunal de La Haya relacionados con su gestión desastrosa en el manejo de la pandemia.

“Para los sindicatos de profesionales de la salud que firman el documento, las acciones del presidente Bolsonaro durante la pandemia de coronavirus exponen la vida de la población a un alto riesgo para su salud y a la muerte”, afirma el diario español El País.

La denuncia puede tardar meses, e incluso años, en generar alguna reacción del Tribunal, debido a que se deben agotar las instancias jurídicas de pruebas, que por lo general se pierden en un intríngulis burocrático de acabado impredecible.

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