Marito y señora enfilan una vez más a destinos turísticos con rótulo de oficial con dinero de la gente, mientras sus compatriotas quedan a lidiar con la pobreza. Hay denuncias de que los millones del censo serán para proselitismo.

El gobierno nacional afirmó que el censo nacional servirá para diseñar políticas nacionales adecuadas e inclusivas con servicios que lleguen a todos, sin distinción alguna, de modo a lograr la soñada vida digna para los paraguayos.

En un país donde la miseria corroe a la clase “común” y la riqueza es distribuida discrecionalmente entre los detentadores del poder público y privado, el censo era una carta de intención importante, aunque poco creíble desde el momento que fue realizado en plena época electoral, cuando de antemano el oficialismo capitaneado por el criticado presidente Mario Abdo Benítez sabía que los sondeos de opinión le llevaban invariablemente al precipicio comicial.

Autoridades no comprometidas con el gobierno y aliados opositores sostienen que el censo es resultado de un fino trabajo de inteligencia oficialista con el objetivo de seguir echando mano de los recursos del pueblo, en este caso la friolera de 43 millones de dólares (unos 310.000 millones de guaraníes) para ser destinados a enriquecimiento fácil y compra de conciencia, entre otras minucias.

Este jueves, ni bien llovían denuncias de fracaso del censo nacional ante la supuesta ausencia masiva de censistas (lo cual también está en serias dudas), el senador nacional Enrique Riera (quien no forma parte de la entente abdo-opositora) recalcó la necesidad urgente de transparentar el destino de los 43 palos verdes destinados al censo nacional.

De paso, Riera disparó munición gruesa contra el presidente Marito por ningunear el censo para ir a pasear por Europa y disfrutar de la vida, mientras la gente en Paraguay se ve en serios apuros por el alto costo de vida y las precariedades que se presentan a cada paso.

Otros referentes políticos y sociales coincidieron en poner en tela de juicio los resultados del censo, desde el momento que el cuestionario adolecía de preguntas relevantes asociadas con la situación social, económica y financiera de la población.

Este viernes, el polémico político Iván Ojeda, quien sin tener ninguna preparación profesional para el cargo funge de director del Instituto Nacional de Estadística (INE), ensayó una explicación informal sobre el destino de los millonarios fondos del censo, que fue rechazada de oficio por la ciudadanía, segura de que “acá hubo un enorme desfalco” según opinó en su sitio social Adán Ruiz Sotelo, uno de los miles de indignados con la campaña censal.

“Ojeda es solo un trofeo de prenda”, sostuvo Analía Rodríguez, tras enfocar sus críticas en el gobierno marista, “quien durante todos estos años nada ha hecho bien, sino distribuir la corrupción y llevar a la población a un nivel de vida degradante como nunca antes”.

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