Bolsas de marihuana listas para el alijo y la distribución son observadas por agentes de Senad y la FTC que no fueron capaces de detener a ningún narco y permitir de esta manera larga vida al narcotráfico.

Agentes de la Senad y de la Fuerza de Tarea Conjunta realizaron una incursión en una zona boscosa ubicada en la localidad de Ka’aguy Poty Rory, distrito de Yby Yaú, Departamento de Concepción, donde detectaron una red de 44 campamentos narcos interconectados, equipados con gran logística para la producción y procesamiento de marihuana.

En el mismo lugar descubrieron una camioneta con matrícula brasileña y 10 motocicletas utilizadas para el tránsito entre campamentos.

Tras la verificación de dichos centros clandestinos, la comitiva logró incautar y destruir 1.200 kilos de marihuana prensada, 20.100 kilos de marihuana picada, además de hierba ilícita en ramas y semillas.

En el mismo procedimiento, anularon 22 prensas rústicas para el compactamiento de los panes de marihuana.

Todas las evidencias mencionadas fueron destruidas en el lugar, según la Senad.

De acuerdo a los datos, casi la totalidad de la droga producida en dichos campamentos estaba destinada a facciones criminales, para su distribución en el mercado brasileño, siendo acopiadas previamente en depósitos ubicados en la zona de Pedro Juan Caballero.

Considerando la cantidad de droga sacada de circulación, los intervinientes calculan que el lucro cesante ocasionado al narcotráfico supera los 3 millones de dólares.

Como se ha vuelto repetido, la Senad no informa sobre la existencia de narcos detenidos, por lo que se presume que todos ellos están libres, prestos para reiniciar los cultivos y mantener saludable la producción, que significa ganancias siderales para la estructura criminal y también para las autoridades que con su silencio o inoperancia colaboran con la mafia.

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