El legislador por Itapúa disparó munición gruesa contra la Policía y la comparó con un «cáncer maligno» tras pedir cambios profundos en la estructura operativa. Se negó a culpar a Giuzzio del caos de inseguridad y dijo que todo se trata de una pelea entre colorados.

El diputado colorado itapuense Colym Soroka no fue la excepción en la sesión parlamentaria de este viernes, donde debía tratarse el pedido de juicio político al ministro Arnaldo Giuzzio por el desastre de la seguridad en el país, pero acabaron dándole un voto de confianza al propio gobierno nacional y en coro fustigaron al ex presidente Cartes, como si este se tratara del actual jefe de Estado, pasando por alto las graves responsabilidades del líder del moribundo Añeteté.

En un momento de su exposición, Soroka dijo que “la Policía Nacional es un cáncer maligno de la sociedad”, luego de criticar con acidez la vulnerabilidad del sistema informático que permitió manosear con alevosía nada menos que 27 veces el prontuario del jefe narco José Luis Bogado Quevedo, involucrado en la mortal balacera del pasado domingo en el festival de San Bernardino.

Bogado Quevedo soportaba desde el 2014 un pedido internacional de detención por una treintena de casos ligados al narcotráfico en Brasil, pero la Policía paraguaya dijo que no podía atraparlo por la inexistencia de la orden de captura.

“Tan fácil es manipular nada menos que un pedido de captura internacional en Paraguay”, ironizó el legislador, tras criticar la actuación de la Policía en este caso específico.

“Me pregunto por qué hasta hoy día no han intervenido la vivienda de los culpables (suboficial Ramón Vargas y técnico Félix Ayala) para rastrear documentos y equipos, y saber cómo es que tuvieron tanta facilidad para acceder y manipular un sistema informático con un pedido de captura clasificado como de alta prioridad”, recalcó, tras preguntarse cuántos otros delincuentes y narcotraficantes estarían libres hoy día debido a esta negligencia criminal de la Policía.

“Podemos cambiar 100 o 1.000 ministros y jefes de Policía, pero si no hay cambios de fondo a través de una ley, todo seguirá igual”, puntualizó, y comprometió a sus pares a una reunión extraordinaria para analizar estos temas y proyectar una ley amoldada a los requerimientos emergentes.

Soroka rechazó un eventual juicio político a Giuzzio por entender que se trata de una lucha interna del Partido Colorado, con lo cual sumó su voto de abstención al de la mayoría de sus correligionarios liberales y abdistas, entre otros.

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