Ricardo Portillo fue expulsado de Argentina y tiene prohibición de acceso por 5 años, según las autoridades del vecino país, mientras la senadora Esperanza Martínez niega tráfico de influencia en el rápido rescate de su hijo pescador y amigos.

El senador Hugo Richer salió en defensa de su compañera de bancada Esperanza Martínez, afirmando que la misma no ha cometido ningún acto de tráfico de influencia al intentar defender a su hijo expulsado de la Argentina por violar aguas territoriales de ese país, y cuestionó a diputados de la nación que sí ejercieron tráfico de influencia al presionar a la Corte Suprema de Justicia para desactivar el proyecto de penalización por transgresión de Ley de Declaraciones Juradas que rige en el territorio nacional para todos los funcionarios públicos.

La «agitación» por el supuesto «tráfico de influencias» de Esperanza Martínez se va disipando como aquellas cosas que no tienen alguna verdad para sustentarse. Pero mientras, varios Diputados sí que presionaron a la Corte para proteger sus «bienes», afirma en su cuenta social el senador de Frente Guasu.

Otros congresistas del mismo partido de izquierda expresaron su solidaridad con la senadora, entre ellos Fernando Lugo y Carlos Filizzola, quienes coinciden en expresar que en ningún caso hubo tráfico de influencia de parte de la ex ministra de Salud, a quien señalan como víctima de persecución política.

De acuerdo a los datos, la senadora se comunicó con el jefe gabinete de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, quien se encargó de movilizar la estructura del Estado para el retorno al país de Ricardo Javier Portillo y dos acompañantes, quienes habían sido capturados por gendarmes argentinos luego de violar territorio de ese país en una aventura de pesca, y de violar la cuarentena sanitaria vigente en Argentina.

La senadora hizo un relato del hecho en su cuenta de Twitter y dijo que su hijo mayor se someterá a todos los procesos que correspondan a la Ley de Emergencia Sanitaria, entre ellos la cuarentena obligatoria, que se encuentra guardando en un hotel de lujo de Asunción habilitado por el Ministerio de Salud, según los reportes del caso.

“Linda explicación de la senadora, quien no se refirió para nada a la fuerte presión que ejerció sobre el Gobierno para que su bebé sea rescatado en un abrir y cerrar de ojos y llevado a un hotel 5 estrellas, algo impensable para los comunes que retornan al país soportando grandes peripecias”, expresó en su sitio social el indignado Agustín María Cáceres.

El tema levantó polvareda estos días entre detractores y defensores de Martínez.

“Yo haría cualquier cosa por mi hijo, más aún cuando su libertad está en juego en un país extraño”, posteó Zunilda Cabrera, quien fue retrucada por Alba Concepción Castillo: “Puede ser, pero debes en tener en cuenta que se trata de una autoridad del Poder Legislativo, donde se hacen las leyes que prohíben el tráfico de influencia y el abuso de poder. Qué ejemplo le está dando a la ciudadanía sobre el respeto a la Constitución”.

El año pasado, un hijo de la diputada Kattya González, arrestado por supuesta tenencia de marihuana, generó malestar generalizado luego de que trascendiera de que su madre parlamentaria supuestamente intercedió ante el Ministerio Público para liberar de culpa y pena a su vástago, a pesar de evidencias comprometedoras que pasaron a segundo plano.

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