Máquinas excavadores trabajan al costado de la ruta 3 para la colocación de tuberías, en medio de la expectativa de la población por contar pronto con el servicio de agua corriente las 24 horas del día, mientras la autoridad municipal prevé el incremento de la dinámica comercial e inmobiliaria, entre otros beneficios.
Una iniciativa que para los pobladores de la ciudad de Emboscada significa desarrollo y oportunidad de mejor vida para todos está en plena fase de ejecución con los primeros trabajos para la instalación de una planta de tratamiento de líquido proveniente del río Paraguay y la preparación del terreno para la colocación de tuberías que trasladarán el agua potable a las viviendas de los usuarios potenciales, que vienen proveyéndose históricamente de forma precaria y condicional.
El intendente municipal de la comuna cordillerana, Silvio Andrés Peña, destacó el avance de los trabajos y la trascendencia del proyecto, lo cual permitirá poner en marcha planes de desarrollo comunitario que darán un perfil renovado y dinámico a la zona con el impulso de la actividad comercial y especialmente de la industria minera, sustentada en la producción masiva de piedra bruta y variedades de rocas para la construcción, decorados, ornamentos, jardinería, etc., que surten el mercado de Asunción, ciudades del interior del país e incluso de la Argentina, temporalmente suspendido por la pandemia.
El servicio abarcará, en una primera etapa, las populosas compañías Ysypoyú y Kokue Guasu, a más del centro urbano de la ciudad.
La empresa adjudicada con los trabajos tiene un plazo de 120 días para la culminación de la obra, que en una segunda etapa, a partir de medianos del año próximo, beneficiará a las restantes compañías de la ciudad.
Para la población, se trata de un bálsamo por demás gratificante, saludable y bienvenido, teniendo en cuenta los largos años de carestía del servicio, sumado a la situación cada vez más comprometida de los recursos naturales de provisión del líquido, como arroyos y lagunas, que se secan o reducen al mínimo su caudal hídrico debido a los eventos de sequía producidos por el recalentamiento global, por un lado, y también como secuela de la extracción irracional o abusos en el uso de las aguas.