Ayelen tiene solo 10 años y cuenta con un stand donde exhibe productos de su ingenio y creatividad. La feria de emprendedores se realiza en el marco del aniversario de Horqueta, y cuenta con una gran variedad de ofertas en exposición.

HORQUETA (Por Freddy Rojas).

Este jueves a las 6 de la mañana se dio apertura a la feria de emprendedores de tres días en la plaza “José de Antequera y Castro” de esta ciudad, donde feriantes y emprendedores ofertan sus productos comestibles y obras artesanales.

 La feria, que se realiza en el marco del programa de los festejos del 229 aniversario de la fundación de la ciudad de Horqueta, se llevará cabo hasta el sábado 7 de mayo en la única plaza que se tiene en esta ciudad.

Los productos son expuestos en el centro del sitio por mujeres campesinas de la Asociación de Feriantes de Horqueta-DEAG, conformada hace unos 7 años por el Ing. Agr. Luis Cabrera Morínigo, cuando era jefe de la oficina local del ente agrario dependiente del MAG.

El Ing. Agr. Cabrera comentó que las mujeres del campo traen a la expo diferentes productos comestibles como hortalizas, verduras, frutas, carne de cerdo, carne ovina, gallina, huevos, maíz, etc., y no faltan las típicas comidas paraguayas, como la tradicional chipa, pajagua mascada, marinera y otros alimentos.

El intendente municipal Jorge Centurión se refirió a la feria de emprendedores y convocó a la ciudadanía para adquirir lo que necesita de las feriantes que vienen del área rural de este distrito a quienes también se sumaron sus pares de la ciudad de Concepción.

Centurión destacó especialmente el trabajo de la niña Ayelen Casco Rodríguez, quien con sus 10 años de edad elabora productos artesanales.

En el momento de una entrevista con radio Guyracampana, el intendente le pasó a Ayelen el teléfono celular del cronista de la emisora, Osvaldo Vigil, a través de la cual la niña señaló que ella aprendió a elaborar pulseras, moños, pendientes y otros elementos durante la pandemia del coronavirus.

Añadió que durante la pandemia del covid-19 ella estudió virtualmente por dos años esa artesanía gracias a su madre, la Ing. Agr. Romina Rodríguez, con quien vive en el barrio San Marcos de esta ciudad.

Explicó que sus compañeras de la escuela “Sagrado Corazón de Jesús”, administrado por la congregación religiosa-educativa de los Hermanos Maristas, compraron sus productos, al igual que visitantes de la feria, con lo cual generó su propio dinero que, según dijo, le llena de orgullo y le motiva a seguir emprendiendo con esfuerzo y dedicación.

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