Giuzzio descarga retórica electoralista en vez de tratar de aclarar el desastre de su gestión, que ha llegado al extremo de poner patas para arriba el país en materia de seguridad. «Cartes es el culpable», sostiene, en un artero intento por desviar su pésima situación. (Foto: Diario La Nación).

En una cátedra de exposición apuntada especialmente a los medios amigos que lo siguen de cerca, el ministro del Interior Arnaldo Giuzzio presentó este jueves su “descargo” en el Congreso Nacional donde presentó informes en el marco del juicio político que enfrenta por la grave inseguridad del país y, antes que tratar de aclarar cómo es que sus responsabilidades se le han ido de las manos hasta llegar a la bancarrota, se dedicó a lanzar críticas al ex presidente de la República, Horacio Cartes, a quien acusó de ser amigo de la mafia y de pervertir el orden público con supuestas extorsiones políticas a Mario Abdo Benítez.

Con el micrófono a disposición, Giuzzio hizo un repaso de la vida política y empresarial de Cartes, exponiendo aspectos que no llamaron la atención por su virulencia sino por repetitivas, en una clara señal que el mismo trató de instalar como de persecución política.

Dijo, entre otras cosas, que Cartes es el culpable de la inseguridad y que tiene la manija para engrillar una reacción de Marito a través del chantaje político.

El ministro pasó por alto el hecho de que fue Cartes quien en dos ocasiones sucesivas salvó del juicio político al presidente, recibiendo a cambio una persecución implacable con ayuda mediática amiga.

En ningún momento Giuzzio trató siquiera de ensayar una explicación sobre la inseguridad pública, que ha llegado al extremo de que el gobierno de Estados Unidos sugiriera a sus ciudadanos no viajar al Paraguay, en una medida inédita y vergonzosa que no produjo reacción ni rubor en el gobierno y el propio ministro responsable, que de esta manera pasó por alto la grave recomendación del país norteño.

Lo que el ministro quiere instalar con fuerza, a toda costa, es que el mismo no es culpable sino víctima del estado de cosas, lo cual es lamentable para un secretario de Estado que está entre las cuerdas por flojo, inoperante y tremendamente ineficiente pero millonario, postean masivamente este jueves indignados sociales.

Giuzzio enfrenta una denuncia por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, entre otros cargos penales, luego de que la prensa imparcial develara detalles de los movimientos financieros que efectuó en plena pandemia, entre ellas la adquisición de millonarias propiedades en el departamento de Caaguazú, que el mismo se encargó de silenciar a través del mismo lobby mediático que ahora busca eximirlo de su grave responsabilidad como principal ordenador y garante de la seguridad ciudadana.

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