El productor exhibe mazorcas de maíz de alta calidad genética que quedaron de un ataque anterior a su propiedad de parte de desconocidos que se hicieron identificar como «campesinos sin tierra».

La Unión de Gremios de la Producción (UGP) y la Asociación Rural del Paraguay (ARP), dieron a conocer un comunicado a través del cual declaran luto en el sector debido al nuevo hecho de violencia que sacude el campo, en esta ocasión de un conocido productor del departamento de San Pedro, que se vio sorprendido por una horda de hombres armados señalados de carperos, que asesinaron a un humilde trabajador e hirieron gravemente a otros dos personales del establecimiento que reivindican como “campesinos sin tierra” y buscan apropiarse por la fuerza, a pesar de documentaciones que avalan la propiedad privada.

“Los productores lamentamos profundamente los hechos violentos que hoy han tenido un final luctuoso en Colonia Barbero, en donde, una vez más, se enluta una vida de bien, de un trabajador del campo, un hombre cuyo único pecado es la de salir al alba a buscar alimentos para su familia”, expresa el comunicado.

Añade que los productores nucleados en la ARP y la UGP “rechazamos la violencia con la que un grupo de personas busca posicionarse políticamente en un año electoral, violentando la propiedad privada, quemando cultivos, maquinarias e instalaciones, enfrentando a compatriotas hasta causarles la muerte, llegando al punto máximo de la confrontación y la intolerancia, poniendo en riesgo la paz de la República”.

Instan al gobierno a mantener el Estado de Derecho y a forjar una política de seguridad pública que permita a todos los paraguayos tener la tranquilidad de invertir en su propia tierra, en la que sean respetados sus derechos genuinos como propietarios, y que se garantice su seguridad física y jurídica.

La propiedad privada pertenece al productor Carlos Codas, quien hace meses viene recibiendo visitas inesperadas de vándalos desconocidos, quienes en un par de ocasiones destruyeron cultivos de maíz, lo cual fue interpretado como claro amedrentamiento de una guerra no declarada para apropiarse de tierra ajena.

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