En la imagen satelital divulgada por la UGP se observa, en el centro, el grado de deforestación practicado por los invasores de Pindó, que no es visto ni oído por organizaciones ambientalistas y autoridades nacionales.

La Unión de Gremios de la Producción (UGP), que aglutina a las corporaciones de trabajo productivo más representativas del país, denunció que los campesinos invasores instalados desde hace 8 años en la estancia Pindó, jurisdicción de Ybyrarovaná (Canindeyú) durante todo este tiempo llevan a la práctica un esquema de “arrasamiento” del medio ambiente del lugar, específicamente la tala indiscriminada del valioso bosque nativo, en medio del absoluto silencio de Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) instaladas en el país, políticos, autoridades e incluso sectores campesinos que no se cansan de denunciar deforestaciones en el sector agroganadero, cuando ellos son protagonistas de número de la deforestación irracional.

“La terrible depredación boscosa practicada en Pindó está blindada de la aplicación de la Ley de Deforestación Cero. ¿Por qué y por quiénes? ¿No ven nada las ONGs que tanto dicen cuidar nuestros bosques? Terrible es lo que está pasando ahí”, afirmó el presidente de la UGP, Ing. Agr. Héctor Cristaldo.

A través de su sitio social, señaló que, por lo expresado, Canindeyú se ha convertido en “tierra liberada” porque no se aplica la ley contra los depredadores y ecocidas, lo cual calificó como “una locura”.

El posteo mereció decenas de respuestas de indigados, que coinciden en descalificar la actuación impune y criminal de los campesinos instalados en la propiedad privada invadida, y la complicidad practicada por las ONGs, autoridades nacionales y actores políticos de todos los partidos al desentenderse absolutamente del problema socioambiental y jurídico.

“Estos mismos campesinos son quienes no se cansan de denunciar la deforestación en el país por parte de supuestos productores agroganaderos, cuando ellos son los primeros en echar los montes para generar ganancias espurias a costa de recursos naturales valiosos, convirtiendo sectores boscosos en tierras arrasadas y peladas, que posteriormente serán vendidas para el cultivo de soja, rubro satanizado por esos mismos invasores”, posteó Alicia Irene Amarilla.

El Ing. Cristaldo señaló que los campesinos devenidos en invasores “son contratados por políticos que luego hablan con la cara más dura sobre los que talan nuestros bosques y atacan a los productores agrícolas y ganaderos haciéndoles responsables del cambio climático”.

“Lo que pasa es que la deforestación de Pindó no es realizada por los sojeros, y entonces es todo legal”, ironizó el líder gremial.

Sobre el punto, Maribel Delmás expresó que los invasores se quedan con la mayor parte de los ingresos de la venta clandestina de madera, y mientras dura la eliminación total del bosque los padrinos políticos obligan a los campesinos a plantar pequeñas parcelas para encubrir su verdadero propósito, que es generar ganancias espurias en la tierra ajena y acumular votos cautivos.

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