Sonidos de tambores resuenan en la emblemática matriz deportiva con las investigaciones del caso FifaGate, que en esta ocasión golpean a un conocido banco de plaza involucrado en el blanqueo de millonarios activos del fútbol.

Como continuación de una saga encarnizada de acusaciones mediáticas entre el Grupo Zuccolillo y el expresidente de la República, Horacio Cartes, el Ministerio Público desembarcó este miércoles en el Banco Atlas para incautarse de documentos relacionados con lavado de dinero y otros delitos relacionados con un descomunal esquema de perversión financiera durante la gestión del ex presidente de la Conmebol, Nicolás Léoz.

El caso fue denunciado en su momento por la actual directiva del fútbol sudamericano con el objetivo de echar luz sobre el escándalo y tratar de recuperar los millones de dólares desviados, de los cuales una porción fue a parar al Banco Atlas, que devolvió parte de ese dinero y quedó expuesto a la investigación por lavado de activos.

La intervención del miércoles se realizó en medio del hermetismo y el silencio de los fiscales interventores, Liliana Alcaraz y Francisco Cabrera, sin presencia de la prensa, lo cual llamó la atención porque todas las actuaciones del Ministerio Público acostumbran realizarse con gran despliegue mediático, a invitación de los propios fiscales.

Fuentes cercanas a los fiscales informaron que fueron retirados legajos mullidos de documentaciones que tendrían vínculos de fondo con los 53 millones de dólares desviados en la época de Léoz y devueltos luego de salir a luz el esquema Zuccolillo-Léoz, dedicado, entre otras actividades conocidas, al lucrativo negocio inmobiliario.

De acuerdo a datos recabados por La Mira, parte de los millones espurios depositados por Léoz sirvieron de oxígeno vital a la entidad financiera para potenciar su capital hasta consolidar un calce financiero que le llevó a ocupar uno de los 5 bancos más importantes del país.

Desde el 2017, año en que el Ministerio Público decidió afrontar el caso de lavado de dinero en la Conmebol -que según los documentos involucra en parte a Léoz y las empresas del Grupo Zuccolillo- nada se ha avanzado en las investigaciones, mientras el fiscal designado, Hernán Galeano, es señalado de cajonear el caso y llamarse a silencio, sin ser molestado por sus superiores ni por actores mediáticos que, en otros casos, divulgan con estrépito y sonoras coberturas los detalles de las intervenciones.

Los antecedentes del caso, conocido como FifaGate, señalan que los abogados Osvaldo Granada y Daniel Mendonca denunciaron el desvío de fondos millonarios de la Conmebol y la consumación de los presuntos delitos apropiación, lesión de con­fianza, producción de docu­mentos no auténticos, aso­ciación criminal y lavado de dinero.

Como base de su presentación, que generó escándalo en el mundo del fútbol, los abogados acudieron a documentos expuestos durante la sesión ordinaria de la Conmebol realizada en Santiago, Chile, cuando fue presentado un informe sellado que revelaba el desvío de 128 millones de dólares que, según evidencias documentadas, fueron destinados a pagos de sobornos y depósitos en cuentas personales del entonces titular de la ex Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), Nicolás Léoz.

El propio titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, dijo en rueda de prensa que varios millones de dólares pertenecientes a la entidad deportiva fueron a parar al banco Atlas, haciendo hincapié en la negativa del presidente de la entidad crediticia de proveer información, datos y documentos alegando el secreto bancario, que no procede en una investigación judicial.

Durante todo este tiempo, ningún órgano jurisdiccional de control e intervención de casos de lavado de dinero y afines demostró interés en el seguimiento del escándalo, mientras la ciudadanía indignada reclamaba información transparente y abierta.

La ex ministra de la Secretaría de Prevención de Lavado (Seprelad), María Epifanía González, oficia actualmente de empleada del banco Atlas, donde goza de alto salario y privilegios, señalaron fuentes ajenas a la entidad financiera que se niega a proporcionar información al respecto.

El diario ABC Color, del Grupo Zuccolillo, no ha divulgado detalles del escándalo que sacude al banco de la familia, y en contrapartida dispara munición gruesa contra el banco Basa, del Grupo Cartes, al que acusa de lavado de dinero y otros delitos financieros.

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