La imagen de Codehupy expone el trato humillante a compatriotas en un albergue del Alto Paraná, donde aparecen hacinados y sin cuidado sanitario. Una bomba de tiempo de impredecibles consecuencias.

Si la política pública de adquisición de insumos, equipos biomédicos y materiales para la lucha contra el coronavirus es motivo de crítica extendida por los consabidos casos de corrupción con los tapabocas chinos y afines, no se queda atrás el importante tema de los albergues sanitarios para que los paraguayos que retornan del exterior puedan cumplir adecuadamente la cuarentena obligatoria.

“Así como se presentan ante la opinión pública, los albergues habilitados por el Estado exponen la improvisación como nota destacada”, afirma en su sitio social el ciudadano Oscar Andrés Bogado.

“Un albergue seguro no significa solamente brindar buena atención con alimentos y comodidades, sino prevenir cualquier posibilidad de contagio, lo cual no se observa en la mayoría de los lugares donde cumplen cuarentena nuestros compatriotas”, añadió.

Médicos de salud pública consultados por La Mira coinciden en afirmar que la distancia recomendada de separación física entre personas, recomendada por el protocolo internacional emanado de la Organización Mundial de la Salud, sin ningún tipo de excepción, es de dos metros, lo cual no se cumple en casi todos los locales observados.

“Lo peor de todo es que las personas están aglomeradas debajo de un gran tinglado, o en lugares donde las camas están prácticamente pegadas unas a otras, con lo cual se incumple el protocolo de separación”, señaló una fuente médica.

Alega que el mismo incumplimiento se da a la hora del desayuno, almuerzo y cena, cuando las personas en algún momento son vistas dialogando o haciendo actividades variadas.

De acuerdo a los datos, alrededor del 18 por ciento de las personas internadas en albergues ha dado positivo al coronavirus, lo cual representa en números un total de 546 internados.

“Un caso positivo puede contagiar el mal a muchísimas personas con quienes ha tenido contacto físico cercano, y si esta cifra se suma al subregistro del total de enfermos llegamos a la conclusión de que el peligro está latente”, opinó por su parte la Dra. Rosalba Giménez, médica de salud privada.

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