Extendidamente perdido, según sus propios leales, Marito revolucionó en pocas horas el mundillo republicano al anunciar su apoyo a su concuñado Pettengill, ninguneando olímpicamente al «toro» y su legión de aduladores.

En una muestra más de la conducta y personalidad impredecible, despistado y recurrentemente desorientado, el presidente Mario Abdo Benítez volvió a sorprender este viernes a tirios y troyanos tras anunciar ante periodistas que el será el próximo presidente del Partido Colorado y en esa condición apoyará la candidatura a vicepresidente de la República de su concuñado Luis Pettengill.

Las reacciones no se hicieron esperar en el ámbito republicano, donde los seguidores del actual vicepresidente de la nación Hugo Velázquez, candidato virtual a presidente de la República en el período 2023-2028, entraron en crisis nerviosa, mientras otros intentaron explicar que se trataría de un  falso positivo de Marito para quedar bien con su concuñado, en una salida que no tuvo sustento oficial a pesar de que son harto conocidos los negociados con la plata pública entre ambos familiares políticos.

Velázquez, quien se hace llamar el “toro” por sus leales, no se refirió explícitamente al culebrón desatado por su jefe Marito, pero en una reunión en el Este hizo alusión implícita al hecho señalando que el mismo no necesita padrinos, financistas ni nada por el estilo para sustentar su campaña, que según expresó sin ningún ápice rubor está dirigida a satisfacer los reclamos y las necesidades del pueblo, en un momento donde ese mismo pueblo al que quiere cercenar sus votos soporta una miseria extendida y en vez de ayuda recibe promesas.

“Ni él sabe dónde está parado”, exclamaron este mismo viernes genuflexos al servicio del “torismo” velazquista, tras aludir al incómodo momento generado por las expresiones poco felices del presidente y el terremoto que podrían causar sus palabras dentro del Partido Colorado, donde el cartismo en el poder republicano se consolida con fuerza a falta de 7 meses para las elecciones internas, que como nunca antes presentan un ambiente explosivo y peligroso, donde apenas una chispa podría generar un estallido interno de impredecibles consecuencias.

Pettengill, multimillonario empresario ligado a la ganadería, frigoríficos, rosca vial y el fútbol, reportó recientemente su intención de incursionar en política y fue más allá al expresar su deseo de ser presidente de la República para satisfacer las necesidades de la gente, dijo en una retórica calcada de otros candidatos potenciales que buscan, bajo argumentos increíbles sacados de algún libro de mentiras, encaramarse del poder y echar mano de los recursos y privilegios inescrutables dispuestos para ellos, y no para el pueblo engañado.

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