El viernes pasado, mientras el IPS padece de una carestía crónica, su nuevo presidente nombra directora a una persona investigada por varios hechos de corrupción, ante el silencio del Consejo de Administración.

El nuevo presidente del Instituto de Previsión Social (IPS), Dr. Vicente Battaglia, nombró el pasado viernes como nueva directora de Relaciones Interinstitucionales a María Liz Gutiérrez Ávalos, con el aval de las autoridades previsionales, que no pusieron obstáculo para el desembarco de una persona que está siendo investigada por el Ministerio de Público por varios delitos de corrupción posiblemente consumadas en su función de jefa de gabinete del diputado colorado José María Ibáñez, conocido político colorado de sombrío prontuario y pésimos antecedentes en la función pública.

De acuerdo a los datos, la mimada de Battaglia enfrenta una acusación fiscal por los delitos de cobro indebido de honorarios, expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso, y frustración de la persecución y ejecución penal al estampar su firma en los contratos apócrifos de los tres caseros de su jefe acusados de percibir salario de Diputados sin prestar servicios en ese poder del Estado.

El propio Ibáñez enfrenta turbios antecedentes en la causa abierta sobre el sonado escándalo, y debió presentar renuncia en el 2018 ante la presión ejercida por la ciudadanía a través de las redes sociales.

“Seguramente la fiscalía estará buscándola para que rinda cuentas a la ciudadanía sobre su reprochable acto de corrupción”, publicó este miércoles en su sitio social el asegurado Ernesto Villalba tras poner en tela de juicio la reprochable carta de presentación del nuevo titular previsional.

Battaglia, de extracción colorada Añeteté, viene de integrar el Consejo de Administración del IPS, donde avaló todos y cada una de los negociados, abusos y tragadas del anterior presidente del ente, Andrés Gubetich, quien dejó su cargo con total impunidad y, según los informes, se encuentra en libertad gozando de los millones colectados de forma espuria a costa del sufrimiento de los asegurados aportantes.

“El premio entregado a una procesada por corrupción enmarca la degradación del esquema operativo del IPS, que está en manos de un presidente genuflexo que durante todo el tiempo que se mantuvo como consejero no abrió la boca para denunciar los abusos en cadena de los derechos de los asegurados, y los miles de millones de dólares embolsados por la rosca a través de licitaciones amañadas y compras sobrefacturadas que en tiempo y forma se han denunciado ante el Ministerio Público, donde duermen bajo el amparo de la fiscala general Sandra Quiñónez”, disparó otro indignado sindicalizado del IPS.

“No necesitamos ahora ninguna directora de Relaciones Interinstitucionales, habiendo millares de asegurados cotizantes que no tienen acceso a los servicios de la institución y se están muriendo por falta de asistencia oportuna y adecuada”, alegó.

Un médico de la institución, debidamente identificado por La Mira, que pidió el anonimato por temor a represalias, dijo que en la clínica periférica Ingavi los enfermos de covid se aglomeran como moscas, sin respuesta de atención personalizada y de calidad como se merecen, mientras las autoridades miran para otro lado y se toman el lujo de hacer designaciones vip en el peor momento del IPS.

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