Toda la estructura del orden público busca con ahínco a la empresaria en Paraguay y el mundo, a través de Interpol, pero no es hallada en ningún lugar. Es vox populi que la influyente mujer que se burla del sistema policial y judicial del país, estaría siendo ocultada por amigos de la mafia.

Desde inicios de marzo pasado, la empresaria paraguaya Dalia López enfrenta una orden de captura internacional por sospecha documentada de haber facilitado documentación falsa para el ingreso al país del astro futbolístico brasileño Ronaldo de Assis (Ronaldiño) y de su hermano Roberto.

El Ministerio Público había imputado a López por evidencias de ser integrante de una organización criminal especializada en la falsificación de documentos, entre otros rubros delictivos variados e impunes.

A partir de la orden de captura nacional e internacional, la Policía Nacional con toda su estructura técnica, profesional y logística, con la ayuda de la Policía Internacional (Interpol), tienen activado el código rojo para la detención de la arisca mujer, que no es hallada en ningún lugar de acá y acullá.

De acuerdo a los datos, los agentes contaban con datos precisos acerca de la ubicación y otros datos acerca de sus movimientos y lugares de ocultamiento, pero a la hora de la verdad alega que la misma es intensamente buscada, pero no es encontrada.

Los informes que la fugitiva podría brindar al Ministerio Público acerca del esquema delictivo investigado son considerados muy importantes para tratar de develar la implicancia de autoridades, entre ellas la misma Policía, en el encubrimiento del trabajo sucio implementado por la ex pariente política de un conocido jefe narco sampedrano devenido en político colorado marista.

El plato fuerte de la empresaria sería el lavado de dinero a través de la fundación Fraternidad Angelical, vinculada a la celebrada visita de Ronaldiño al Paraguay, quien fue también imputado y preso por el uso de una cédula de identidad falsificada, al igual que su hermano Roberto, quienes hace unas semanas recuperaron su libertad y retornaron al Brasil, de donde habían venido de la mano de Dalia López.

A nivel local, la huidiza mujer enfrenta denuncias de evasión fiscal por millones de dólares, a través de empresas presuntamente asociadas al esquema de lavado de dinero.

Es vox populi que López se encuentra en Paraguay, al amparo del poder y de amigos de la mafia, hasta donde no pueden llegar ni la Policía ni el Ministerio Público.

“Para atrapar a un ladrón de pomelos la Policía no tardó dos horas, pero para encontrar a una imputada reconocida que no podría pasar desapercibida en ningún lugar, toda la estructura de la fuerza pública es incapaz de hallarla para ponerla a disposición de la justicia”, opinó un ciudadano en las redes sociales, indignado por la impunidad brindada a Dalia López por el gobierno paraguayo.

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