«Las acciones del crimen organizado en el norte tienen en muchos casos el sello de complicidad y anuencia de los grupos de poder y las autoridades de Estado a los que el EPP dice combatir», sostiene el luguista Frente Guasu.

No son pocos los datos y elementos que dan cuenta de la relación de las prácticas criminales del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) con la dinámica del narcotráfico en el norte del país, sumado al contrabando, tráfico de rollos y lavado de dinero en el norte del país, afirma en un comunicado el Partido Frente Guasu.

En el marco de las masivas muestras de repudio al secuestro del ex vicepresidente de la República, Oscar Denis, la nucleación política ligada al ex obispo católico y ex presidente de la República, Fernando Lugo, dio a conocer un comunicado en el cual afirma que las acciones del crimen organizado en el norte tienen en muchos casos el sello de complicidad y anuencia de los grupos de poder y las autoridades de Estado “a los que el EPP dice combatir”.

“Como fuerza política, que en conjunto con otras ha ganado legítima y democráticamente las elecciones generales del 2008, reivindicamos el legado y el ejemplo de todos aquellos hombres y mujeres que por décadas han luchado para alcanzar las libertades democráticas que hoy se están poniendo en riesgo través de la instalación de un clima de violencia que resulta funcional a aquellos grupos políticos que todavía anhelan las viejas prácticas del stronismo más recalcitrante, y que se ha cobrado en décadas pasadas la vida de cientos de campesinos, estudiantes y ciudadanos en general”, expresa el documento.

El FG condena el accionar criminal del EPP, y sostiene que este grupo armado “al contrario de lo que se plantea, solo contribuye a profundizar el clima de violencia y criminalización contra compatriotas paraguayos que creen y trabajan bajo un ideario de paz y justicia, por el respeto de los derechos humanos y sociales”.

“Nos sumamos a las demandas de toda la sociedad paraguaya, que hoy clama por la liberación de los compatriotas Oscar (Denis) y Adelio (Mendoza). En el mismo sentido, reiteramos nuestra plena solidaridad con los familiares de las víctimas en este difícil momento”, recalca el comunicado.

El ex obispo devenido el político es señalado de ser el padre político del EPP, mientras expertos militares coinciden en afirmar que durante su gestión de presidente de la República prohibió que tiradores profesionales del ejército dispararan contra miembros del EPP a quienes tenían rodeados y en la mira en el marco de un patrullaje por las selvas norteñas en el 2011.

Sucesivos jefes de Estado también han sido señalados de proteger al EPP a través de padrinos empotrados en el poder político, mientras el actual primer magistrado Abdo Benítez es criticado por la muerte de dos niñas argentinas en manos de la FTC, y de haber “despertado al monstruo” escondido en el monte que apenas una semana después mostró sus garras con el secuestro de un empresario muy apreciado en Concepción que, según se afirma, nunca ha hecho méritos para ganarse un castigo tan injusto, perverso y cruel.

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