El rostro de la próxima fiscal del Estado, según el observatorio popular. Se trata de una devota de Marito, quien tendría como misión fundamental salvar de la cárcel a su ahora jefe, acusado de vaciar el Estado y pervertir la función pública.

Ni bien ganó estado público la candidatura, y posterior selección de Cecilia Pérez como ternada para fiscal general del Estado, el imaginario popular entra en acción y señala que la exministra de Justicia y recomendada de Marito será la reemplazante de Sandra Quiñónez en el cargo clave del Estado.

“Es la única que reúne los ‘requisitos’ necesarios para evitar que Marito vaya a la cárcel”, postea este martes un indignado social, tras enterarse entre bambalinas que Abdo Benítez hace tiempo se decidió por Pérez y que no tendría en cuenta las altas calificaciones de los demás candidatos a la hora de establecer la fiscal a medida.

“El presidente necesita con urgencia una mano del Ministerio Público para tratar de zafarse de los múltiples casos de rapiña y saqueo de recursos públicos que lo ponen contra la pared y pueden significarle varios años de cárcel”, apuntó otro indignado.

Marito está señalado, entre otros gravísimos cargos públicos, de manejar de forma discrecional y sin apoyo documental al menos 2.500 millones de dólares, prestados del exterior para ser destinados, en los papeles, a la lucha contra el covid.

El derroche criminal de esos vitales recursos derivó en la muerte de 20.000 compatriotas, que dejaron una estela de luto y llanto a lo largo y ancho de la República del Paraguay, sin que los culpables se dieran por aludidos y, peor aún, tentando la impunidad a través de un fiscal a medida.

Abdo Benítez también está señalado de convertir el país en una fábrica de pobres, a quienes se ha encargado de “rematar” alzándoles el precio de los combustibles y de la canasta familiar, cerrándoles las puertas de la función pública y tirándoles a la calle a procurar por el pan diario, mientras el buró presidencial y acólitos opositores se regodean en la abundancia, distribuyendo a placer y conveniencia los sagrados recursos del Estado reservados para todos los paraguayos, sin discriminación alguna.

La exministra Pérez, por su lado, es señalada no solo de oficiar de secretaria-amiga de Marito, sino de liderar un esquema de inmunidad e impunidad en el gobierno, según fuere el amigo o enemigo de turno.

“Está desesperado”, opina un indignado sobre Marito, tras aludir a que solo está dejando pasar las horas antes de anunciar el nombre de su selecta candidata a fiscal general, y cuando apenas faltan días para cruciales votaciones internas, donde se decidirá técnicamente el futuro del presidente, que por ahora está con un pie en Tacumbú.

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