Cuadro repetido del escenario ciudadano, en pleno siglo XXI, con pobladores invirtiendo tiempo y recursos para aprovisionarse de agua. Después de años de suplicio, se han iniciado por fin las obras de construcción de la planta de tratamiento en la zona de Arecutacuá, ante el regocijo generalizado.

Ciudadanos de la ciudad de Emboscada, a 40 kilómetros de Asunción, experimentan una sensación de gozo inédito luego de salir a luz detalles de las obras en marcha para la próxima provisión de agua potable por parte de la Essap, que significará llanamente el fin de un largo suplicio, con infinidad de anécdotas lamentables, acerca del sacrificio que deben hacer los pobladores para surtirse del vital líquido en una zona adversa para las precipitaciones, con el agravante de estar asentada sobre rocas, donde encontrar una vena de agua en el subsuelo es todo un desafío.

Después de años de falsas promesas y expectativas frustradas, se han iniciado los primeros trabajos en el marco de la licitación convocada por la Essap, con un plazo de 120 días para su culminación y entrega.

“Estamos en pleno proceso de colocación de la red de cañerías en un tramo de la ruta 3, a parir del desvío al puerto de Arecutacuá, donde estará ubicada la planta metálica compacta con la misión de captar el agua del río Paraguay y procesarla a través de diversos compartimientos, entre ellos el tanque de sedimentación, a más del proceso de decantación, cloración, y después el último compartimiento donde se va a completar el proceso de tratamiento del agua que posteriormente será bombeada a la ciudad”, informó a La Mira el jefe de obras en representación de la empresa adjudicada PC (Puntal Caldetec), Ing. Luis Funes.

Aclaró que actualmente se encuentran realizando ajustes del proyecto, teniendo en cuenta que la planta de captación y tratamiento de agua está ubicada dentro de una propiedad privada en la ribera del río.

La planta metálica está en fase de construcción en el taller del consorcio PC, y tendrá una capacidad de 100 m3/h, suficiente para proveer del vital líquido a una población estimada en 22.000 habitantes.

El proyecto abarca en su primera etapa la provisión de agua a las populosas compañías Ysypoyú y Cocué Guasú, a más de la zona urbana de la ciudad, y en una segunda etapa apunta a llegar a las compañías Minas, Sol Naciente, Canduvy, Isla Alta, Barrero y Paso Pe, con lo cual se cubrirá el 100 por ciento de la demanda.

El intendente municipal Silvio Andrés Peña destacó la importancia del proyecto, y el involucramiento de las autoridades comunales para el apoyo y acompañamiento de los trabajos.

“A pesar de la pandemia, nuestra ciudad está experimentando grandes obras públicas, entre ellas el propio proyecto de provisión de agua potable las 24 horas del día durante los 365 días del año, sumado a la construcción de la moderna penitenciaría que dinamizará la economía local y trabajos propios de la Municipalidad en varios sectores de la ciudad, como por ejemplo el mejoramiento total del entorno de la emblemática iglesia San Agustín, con fondos propios”, informó a La Mira el titular comunal.

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