Los cárteles disponen de territorios liberados para la producción de droga, que surte especialmente al mercado brasileño. En la foto, agentes de Senad con apoyo aéreo intervienen en una plantación de marihuana en Amambay.

Agentes de la Senad, la Fuerza de Tarea Conjunta y la Policía Federal del Brasil realizaron intervenciones en zonas de incidencia del tráfico de marihuana que se concentraron en Cerro Kuatiá y Rosalina, del departamento de Amambay, donde descubrieron 610 toneladas de la droga que significan millonarias pérdidas al negocio del narcotráfico, según se informó.

Helicópteros de la Fuerza Aérea y la Policía Federal del Brasil facilitaron la cobertura operativa para la colocación de los equipos en los terrenos estratégicos.

Estos grupos de trabajo lograron erradicar un total de 197 hectáreas de marihuana, equivalentes a 591 toneladas de la hierba que no han ingresado al circuito de tráfico nacional ni regional.

En cuanto a otros importantes hallazgos, se detectaron y destruyeron un total de 56 campamentos precarios que ofrecían lo necesario para emplear la custodia y la producción de toneladas de la hierba.

Bajo estas estructuras estaban ocultas 19 toneladas de cannabis listos para la distribución, afirmaron fuentes de Senad.

Atacar a las fuentes financieras del narcotráfico desde el origen continúa siendo una férrea estrategia configurada por la Senad y la Policía Federal del Brasil, añade el informe de la institución antinarcótica, tras apuntar que “Nueva Alianza XXXIII” provocó un daño económico a las organizaciones criminales de 18,3 millones de dólares americanos.

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