Militares entrenados en lucha antiguerrillera durante su incursión en los montes de Yby Yaú luego del fracasado intento por atrapar al EPP. A través de la prensa, ahora les dan a conocer a los terroristas detalles de los rastrillajes de búsqueda, con lo cual aseguran, una vez más, nulos resultados.

Un hecho tal vez inédito en el manual de procedimiento militar para casos de combate se presenta en estos días en nuestro país, donde los efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), a través de los propios jefes, hacen saber al enemigo dónde le están buscando, con qué medios y otros detalles, ante lo cual los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) pueden quedar tranquilos porque tienen las coordenadas de la hoja de ruta de los militares y policías, suficientes para seguir escondidos sin la más remota posibilidad de ser encontrados.

A través de la prensa, donde los jefes militares y policiales de la FTC tienen mucho espacio para hablar, se produce este insólito hecho, que no pasa desapercibido a militares de rango consultados por La Mira, quienes coinciden en criticar la situación y hacen causa común con la necesidad de reinventar las fuerzas militares, y especialmente la FTC instalada en el norte, debido a que prácticamente no presenta respuestas que ameriten el millón de dólares mensuales de presupuesto que salen del bolsillo de la gente a quienes dicen defender.

Este martes, el general Héctor Grau, comandante del centenar de efectivos de élite desplegados en el norte de la Región Oriental, divulgó campante los lugares por donde harán tareas de rastrillaje los uniformados a su cargo, respondiendo a consultas periodísticas sobre las actividades previstas para atrapar a todos los miembros de la banda armada que supuestamente huyeron a los montes luego de que cayeran abatidas las dos niñas de nacionalidad argentina, quienes según el mismo Grau dispararon armas automáticas contra los soldados para cubrir el escape de los líderes terroristas.

“Qué lindo. Mis enemigos me cuentan lo que van a hacer para encontrarme. No tengo nada de qué preocuparme”, dijo suelto de lengua este miércoles el ciudadano Néstor Raúl Ovando, quien suma su sarcasmo verbal al de centenares de indignados que se toman la cabeza y no tienen explicación sobre el estrepitoso fracaso de la FTC en su intención de atrapar al EPP, a pesar de contar con respaldo político unánime, manejo de tiempo, millones de dólares de presupuesto, armas, equipos, logística y hombres expertos en lucha antiguerrillera.

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