El expresidente de la República ha sido figura trascendente en la victoria de la Lista 1, reconoció este martes el presidente electo del Paraguay, reivindicando la tiroteada figura del líder colorado y actual titular de la ANR.
El presidente de la República electo, Santiago Peña, brindó este martes una conferencia de prensa ante medios nacionales e internacionales, entre ellos holdings efrainistas encargados de una campaña sucia sin antecedentes después del stronismo, donde expuso aspectos iniciales de su gobierno.
En una parte de su intervención, destacó la figura del expresidente de la República, Horacio Cartes, como figura trascendental del proceso electoral que inició con el lanzamiento de la candidatura, continuó con una retórica de paz partidaria y culminó con una victoria resonante del candidato de la Lista 1, quien obtuvo la preferencia mayoritaria de los paraguayos para dirigir los destinos de la nación paraguaya durante los próximos 5 años.
“El rol que ha mantenido (el expresidente Cartes en el proceso eleccionario) ha sido importante y protagónico”, destacó Peña, tras declarar que su gobierno mantendrá una relación de acercamiento fluido con el Partido Colorado, al cual representó como candidato presidencial.
“El pueblo colorado confirmó la trascendencia de Cartes al elegirlo como presidente de la ANR”, recordó.
Cartes viene de experimentar una cacería brutal de parte del efrainismo y de los propios holdings mediáticos aliados con la Concertación, que unidos en una misma causa común contra el enemigo a vencer pusieron en marcha un esquema de perversión electoral que en todos los casos apuntó a electrocutar la figura del expresidente, sometiéndole a dosis inacabables de insultos, difamaciones, calumnias, mentiras y maldiciones, pasando olímpicamente por alto el desastre de gestión del presidente Abdo Benítez y su camarilla ministerial que tomaban por asalto las arcas públicas y tiraban a los leones a la gente de a pie.
Cuando la oposición y los medios “independientes” creían que han hecho lo suficiente para sacar de en medio a Cartes, considerado uno de los presidentes más prolíficos de la época democrática pos-stronista, el electorado colorado volcó su preferencia hacia el líder de Honor Colorado ungiéndole presidente de la ANR y tirando en la lona al abdismo y amigos de la prensa que competían entre sí para descalificar al cartismo y hacer buena letra con el jerarca indicado para torcer licitaciones y desplegar la maquinaria de la impunidad en favor de dueños de holdings metidos en lavado de dinero, contrabando y otros enjuagues ilegales.
En ningún caso le han dado a Cartes la posibilidad a ejercer su defensa, como es de rigor en un Estado de Derecho y seguridad jurídica como la nuestra, en medio de una unilateralidad rayana en la arbitrariedad y el despotismo propios de Estados totalitarios que la colectividad contrera cínicamente alegaba rechazar pidiendo el “cambio” que no se dio.