Una madre de familia explica a los visitantes las penurias que enfrentan a diario para conseguir insumos y alimentar las ollas populares, que para muchos vecinos empobrecidos significa la única comida del día.

Vecinos empobrecidos de barrios bajos de Asunción multiplicaron sus quejas por la falta de atención a sus necesidades básicas de alimentación y trabajo, durante una visita efectuada a esos lugares por el senador Stephan Rasmussen, el viceministro de Protección y Promoción Social del Ministerio de Desarrollo, César Guerrero, y el jefe de Gabinete de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Ing. Miguel Kurita.

Las comunidades visitadas fueron Tablada Nueva, Calle Dublín, Virgen de Fátima y el comedor comunitario Cerro Corá, de la ciudad de Luque, las cuales se organizan por medio de Comisiones Vecinales que generan un total de 540 platos diarios para las familias afectadas por la pandemia.

Muchas de estas familias se dedican al reciclado y a las ventas informales, y dependen de lo que producen en el día para sobrevivir, debido a que las fuentes de ingresos habituales están totalmente paradas, a lo cual se suman las limitaciones establecidas por la Ley de Emergencia Sanitaria, según afirmaron.

Las responsables de estas comisiones coincidieron en afirmar que, debido a la cuarentena presentada en el marco de la pandemia, tuvieron que organizarse para cubrir las necesidades alimentarias de las familias.

Reconocieron que reciben ayudas ocasionales de la Secretaría Emergencia Nacional y del Ministerio de Desarrollo, pero que los víveres no alcanzan para cubrir la demanda, por lo cual se ven en figurillas y reclaman la acción decidida del gobierno y, en su caso, de los legisladores.

Actualmente, las ollas populares se han convertido en la única fuente de alimentación diaria, con el problema de la falta permanente de materia prima para resolver la demanda presentada por los lugareños, a quienes se suman ocasionalmente familias vecinas “a las que no podemos negarles el pedazo de pan”, afirmó una pobladora del populoso barrio Tablada.  

Hace unas semanas, referentes de las comisiones de vecinos contactaron con representantes del Poder Legislativo para hacerles escuchar sus reclamos de comida y trabajo, y a resultas de ello se produjo la visita de las autoridades, quienes prometieron solucionar la problemática a través de las instancias correspondientes.

“Ojalá que no hayan venido ya otra vez con promesas que después no se cumplen. De eso estamos cansados, aunque en esta oportunidad la situación está más grave que nunca porque está en juego nuestra propia sobrevivencia por la falta de comida”, expresó una indignada.

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