El gigante previsional no solo alberga médicos de reconocidos méritos académicos sino egresados de universidades garaje que tienen en sus manos la vida de miles de asegurados, denuncian familiares de pacientes que exige la trazabilidad de todo el plantel médico.

Pacientes y familiares de asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) reclaman que, a través de las instancias pertinentes, todos ellos puedan acceder de forma abierta y sin ningún de trabas a los nombres del personal médico que tendrán a su cargo una intervención quirúrgica, de modo a poder realizar eventualmente una trazabilidad de los mismos en caso de negligencia médica u otros tipos de errores de procedimiento, que se han vuelto comunes en la institución sin que nadie tome cartas en el asunto, a menos que los casos hayan salido a la luz pública.

“Tenemos derecho a saber en manos de quién o quiénes están nuestras vidas y las de millares de asegurados que acuden confiadamente al IPS en busca de solución para sus males, y cada vez con más frecuencia se encuentran con sorpresas desagradables o, en su caso, criminales, como la terrible experiencia de don Ramón Samudio a quien le amputaron la pierna equivocada y dejaron una profunda herida difícil de cicatrizar en el seno familiar y social”, afirmó Nicolás Eusebio Pintos.

El asegurado cuenta con un familiar internado por problemas circulatorios en el Hospital Central de Asunción y señala que no debería existir el secretismo actual a la hora de conocerse la identidad y currículum de los médicos encargados de sus familiares pacientes.

Apuntó que, según versiones, doctores pasantes recién recibidos y sin experiencia suficiente son los encargados de hacer las cirugías, supuestamente bajo el control de un médico con experiencia, pero otras voces señalan que la mayoría de los buenos cirujanos falta con asiduidad y sin muchas vueltas a sus lugares de trabajo, priorizando sus trabajos en sanatorios privados o consultorios privados, a pesar de los altos salarios que cobran en IPS y son pagados por los mismos asegurados a quienes deberían atender de forma personalizada y con calidez, como lo hacen fuera de la institución.

“Sabemos también que muchísimos médicos y personal de blanco en general provienen de universidades garaje. Nos preguntamos quién permite este tipo de irregularidades y con qué derecho, porque nadie quiere hipotecar su vida en manos de profesionales de medio pelo que vienen a ensayarse por nosotros después de haber egresado por medio de gacetillas y profesores de renombre que solo aparecen para cobrar y dejan las clases a cualquiera”, recalcó otro indignado.

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