El escándalo con los insumos chinos adquiridos por Salud Pública con fondos del covid-19 contamina al ministro Mazzoleni, quien mantiene un alto perfil en la lucha contra la pandemia.

En un escenario de tiempos que se creían archivados, el Ministerio Público viene realizando su trabajo de investigar detalles de ilícitos variopintos que encubren el mega negociado con recursos millonarios destinados a la lucha contra el coronavirus, en este caso por la vía de sobrefacturaciones de insumos y equipos importados de China, que resultaron ser chucherías sin valor para el cuidado de la salud poblacional, y mucho menos del personal de blanco que pone el pecho frente a la enfermedad.

Informaciones extraoficiales de la fiscalía de Delitos Económicos hacen notar que el Ministerio de Salud, principal fuente de sospechas en los negocios turbios con comodines privados, ha mandado al frente a funcionarios de menor rango para ser sometidos a las pericias, mientras los grandes manguruyúes permanecen sin ser molestados.

Los fiscales tratar de descifrar el esquema denunciado por la prensa que desnuda en parte la puesta en marcha de verdaderos “programas de robo” de un fondo común aproximado de 2.500 millones de dólares, que han sido calificados como “sagrados” por el Presidente Mario Abdo Benítez.

El jefe de Estado, sin embargo, se ha mantenido frío a la hora de tomar determinaciones drásticas o contundentes ante dudas razonables sobre la honestidad y transparencia de algunos hombres de su confianza que ofician de autoridades.

“Ya sabemos en qué va a terminar todo esto, en un soberano opareí”, posteó este miércoles en las redes sociales el ciudadano Bernardo Medina, tras descargar comentarios adjetivados acerca de prácticas comunes del poder en los casos de corrupción.

“En este país nadie se va preso por corrupto”, añadió María Adelaida Benítez, expresando también su desconfianza sobre la esperanza de justicia en los escándalos con insumos chinos.

Marito había dicho hace unos meses, al comienzo de la pandemia, que no perdonará el mal uso de los recursos destinados al coronavirus, pero la ciudadanía pone en duda estas expresiones, a juzgar por el desarrollo de los acontecimientos, donde los culpables tratan de esconder la mano y los “peces chicos” hacen acto de presencia para justificar las apariencias.

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