En un país serio, con instituciones que representan el Estado de Derecho, el senador Pereira ya hubiera estado sin banca, sin fueros, y preso por defender la violencia, pero el mismo sigue tan campante dictando cátedra de civismo desde su curul, con el apoyo de políticos cómplices.

El presidente de la Comisión de Energía, Recursos Naturales, Población, Ambiente, Producción y Desarrollo Sostenible de la Cámara de Senadores, Sixto Pereira, realizó una presentación virtual de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y destacó el protagonismo de la ciudadanía como referente de participación y control en el cumplimiento de las normas, entre ellas el respeto a los recursos naturales, para que la gente se desarrolle en un ambiente saludable.

Se trata del mismo senador que hace un par de meses fue filmado en el establecimiento Pindó, departamento de Canindeyú, profiriendo arenga de violencia a los invasores de esa propiedad privada, prometiendo apoyo político y legislativo para que los campesinos del lugar y potenciales interesados apelen a la invasión como método de acceso a la tierra propia.

Pereira, quien estuvo acompañado de sus colegas Pedro Santacruz y Hugo Richer, cometió de forma flagrante el delito de apología de la violencia, castigada por la Constitución Nacional que ellos juraron respetar cuando asumieron sus cargos como representantes del pueblo.

El acto delictivo de los senadores de la nación fue pasado por alto por sus colegas parlamentarios, quienes de esta manera se convirtieron en cómplices de un esquema de perversión de la ley y, lo que es peor, puede ser repetido de oficio por organizaciones o referentes de “sintierras” que reclaman tierras en lugares por ellos elegidos que, como se sabe, no reivindica precisamente el derecho a la vivienda sino a valiosos recursos forestales para proceder a su depredación y obtener ganancias espurias, como de hecho sucede de forma sistemática desde hace 8 años en el establecimiento Pindó.

“Nuestra intención fundamental es trabajar con la ciudadanía, y desde el Congreso Nacional hemos planteado una participación más democrática, para que en el próximo presupuesto se vea reflejado estos grandes objetivos y convertirlos en realidad”, sostuvo sin ruborizarse el “eterno” senador.

Añadió que el país debe generar mejores condiciones de vida para los seres humanos, e informó que hará llegar esta inquietud a todos sus colegas senadores y diputados, e inclusive al presidente de la República, de modo que sea un toque de atención para la elaboración del Presupuesto General de la Nación, tomando en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La estancia Pindó fue tomada por la fuerza en el 2012, y desde entonces los invasores se mantienen en posición de violencia armada, para lo cual llevan a la práctica un esquema de amenazas contra instituciones y personas, entre ellas los legítimos propietarios, que quieren hacer cumplir la ley, en este caso el respeto irrestricto a la propiedad privada consagrada por la Constitución Nacional.

De acuerdo a los datos, por una hectárea de bosque depredado de especies protegidas los campesinos invasores de Pindó obtienen al menos 60 millones de guaraníes de ganancia ilegal, en medio de la absoluta impunidad por la ausencia del Estado y de organizaciones no gubernamentales (ONG), mientras el Gobierno mira para otro lado, permitiendo los abusos y otorgando carta blanca a los políticos oportunistas y antipatriotas para cosechar votos con el agravio al Estado de Derecho y la seguridad jurídica de la nación.

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