Sonriente se observa a Marito y su esposa antes de emprender una nueva aventura turística, sin provecho para el país, cuando se está despidiendo de su cargo y dejando un país en ruinas. «¿Para qué se va?», pregunta la gente.

Sin mostrar rubor alguno y sí rodeado de pompa viajó a Estados Unidos el presidente Mario Abdo Benítez para participar de la 9ª Cumbre de las Américas a realizarse desde este jueves 8 hasta el próximo sábado 10 en la ciudad de Los Ángeles.

El lema de la cumbre este año es “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo” desarrollado conjuntamente entre gobiernos nacionales, sociedad civil y sector privado, a más de organismos internacionales, señala la organización que, según datos, no tiene en cuenta la particular situación de los países con respecto a la pandemia sino el esquema de acción llevado a la práctica en base a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, en materia económica, según criterios de la banca internacional responsable de los créditos destinados a variados objetivos.

El viaje de Marito se produce en medio de un mar de críticas, especialmente provenientes de sectores que recibieron, y siguen acusando, golpes severos a causa de la pandemia de covid, entre ellos los productores y comerciantes, trabajadores en general, cuentapropistas, inversionistas, empleados, estudiantes, enfermos del covid y familiares.

A pesar de haber acumulado un monto aproximado de 5.545 millones de dólares en préstamos y donaciones destinados a la lucha contra el covid y, en menor grado, a la reconversión económica a través de auxilios financieros a la productividad y la maquinaria de desarrollo, se desconoce a ciencia cierta qué, cuándo, cómo y dónde el gobierno de Abdo Benítez invirtió los colosales recursos debido a que, en todas las instancias, se ha negado directamente, o través de maniobras arteras, a informar oportuna, adecuada y verazmente a la ciudadanía insatisfecha sobre el destino de los fondos.

Las sospechas de robo o defraudaciones seriadas han ido creciendo en pandemia a medida que los pacientes con covid morían por centenares debido a la atención tardía o, sencillamente, por culpa de la falta de camas de terapia intensiva, una herramienta vital para la atención y recuperación de los infectados graves, que de esta manera terminaban por rendirse ante la nulidad o precariedad asistencial.

Paraguay registró hasta marzo de este año un total de 18.482 muertes por covid, y 644.199 casos denunciados, según datos oficiales convalidados por la OMS.

Esas muertes no se hubieran producido si el gobierno utilizaba oportuna y adecuadamente los millones de dólares que disponía para la lucha contra el covid, coinciden en criticar sectores del propio gobierno de Marito que, en la emergencia, cuando la muerte acechaba en cada esquina y se hacía más que evidente la falta de recursos a pesar de los millones endeudados, debieron agachar la cabeza y destituir al, por entonces, repudiado ministro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, íntimo de Marito y de la rosca recaudadora del poder.

Hasta el momento, apoyado en la oposición y la prensa amigas, Abdo Benítez sigue sin rendir cuentas, con documentos, sobre el destino de los millones de dólares prestados en nombre del covid, mientras millares de paraguayos aún lloran a sus muertos y otros miles lamentan la pérdida de sus fuentes de trabajo, entre otros males.

“Si tenía un ápice de vergüenza se hubiera excusado de asistir a esa cumbre, pero como no tiene escrúpulos decidió emprender viaje seguramente para no perder el ritmo de sus habituales aventuras turísticas por el mundo, sin ninguna utilidad para el país y la gente”, opina este miércoles en su sitio social el indignado Felipe Molas.

Entre las prioridades y preocupaciones de la Cumbre de las Américas se encuentran la pandemia de covid y las grietas que ha dejado al descubierto en los sistemas sanitarios, económicos, educativos y sociales, que incluyen las amenazas a la democracia, la crisis climática y la falta de acceso equitativo a oportunidades económicas, sociales y políticas, lo que supone una carga pesada para los sectores más vulnerables.

El programa incluye la realización de tres foros, que apuntan a fomentar un mayor diálogo entre los presidentes con los ciudadanos y empresas de sus respectivos países “para abordar los desafíos y oportunidades hemisféricos, como la inclusión social, la recuperación económica, el cambio climático, la democracia y la transformación digital”.

El observatorio ciudadano paraguayo coincide en que todas estas propuestas no son ni serán tenidas en cuenta por un gobierno que se está yendo con el rabo entre las piernas, a tenor del desastre de gestión implementado en todo este tiempo de mandato, la falta de políticas públicas, la corrupción generalizada, la impunidad y la falta de patriotismo a la hora del cumplimiento de la promesa constitucional de gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

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