Técnicos del INTN controlan el litraje en un servicentro de Asunción. Se trata de un operativo ocasional y «milagroso» que debería repetirse a diario para evitar que los usuarios sean rapiñados abierta e impunemente.

Dueños de vehículos del país manifiestan en las redes sociales su indignación por la información publicada por la prensa este lunes que hace mención específica de un caso de robo en el litro de combustible expedido en una estación de servicios de las afueras de Asunción.

“En nuestra ciudad es común este tipo de casos, pero como estamos en el interior nadie nos hace caso, y mucho menos la institución que debería velar por nuestros intereses”, opina este martes el indignado social Carmelo Osorio, propietario de un vehículo naftero de Ciudad del Este.

Comentó que cuando un usuario se da cuenta (a través del marcador de combustible del vehículo) que no le cargaron todo el carburante por el que pagaron, sencillamente cambian de servicentro, “donde tarde o temprano nos encontramos con la misma sorpresa para que todo siga igual”, relató, tras explicar que las ocasionales protestan deben presentarse ante la Municipalidad, pero que en este lugar la burocracia y la transa impiden regularizar la situación, en este caso el litraje justo.

Otro contribuyente de Concepción se quejó en los mismos términos, señalando que “si en Asunción y alrededores están estafando de esta manera los dueños de servicentros, sería lógico pensar que en el interior estarán haciendo lo mismo, teniendo en cuenta que los propietarios de las estaciones de servicio son todos políticos de alto rango vinculados con las instituciones públicas y actúan a placer sin ser molestados para nada”.

Las quejas se dirigen hacia el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN), la institución encargada del control de pesas y medidas en todo el territorio nacional.

Se trata de una histórica cueva de transadores y fábrica de nuevos millonarios que nunca ha sido intervenida por sucesivos gobiernos debido a que los encargados de turno son oriundos de la caterva política reinante y, según los propios funcionarios, son nombrados en el lugar al solo efecto de ir a coimear y acumular riqueza malhabida, señalan los indignados.

“Acá no se trata de saber si los servicentros roban o no, sino cuántos litros roban en cada cargada”, comentó César Damián Castillo en su red social.

El indignado, quien vive en el populoso barrio Sajonia, de Asunción, expresó que debido a factores de trabajo debe cargar combustible en varios puntos de la capital e interior, y que siempre le ha llamado la atención que, a pesar de solicitar un mismo volumen de combustible, las agujas marcadoras no coinciden.

“Esto significa que en algunos lugares cargan menos, nunca más, del litraje correspondiente”, alegó, tras explicar que acostumbra no presentar denuncias “porque es una pérdida de tiempo y de dinero, ya que nadie hace ni va a hacer nada porque la mafia de los combustibles es intocable”.

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