Productos de la chacra adornan el escenario del «debate nacional» que se limitó a exposiciones con abundante artillería pesada contra terratenientes, sojeros y ganaderos a quienes acusaron de saquear las tierras en el Paraguay.

Con mucho destaque pero escaso resultado se llevó a cabo en el exseminario metropolitano de Asunción el Gran Debate Nacional sobre “tierras malhabidas”, con la presencia de unas 300 personas que, de acuerdo a lo que se pudo averiguar, desconocían los alcances del evento y señalaron que ellos solo respondían a la convocatoria de los líderes.

“Parece que después de esto vamos a tener nuestra tierra”, dijo uno de ellos en guaraní, porque supuestamente eso es lo que les prometieron los líderes, todos ellos del departamento de San Pedro, capitaneados por la secretaria general de la FNC, Teodolina Villalba, con el marcaje cercano del líder histórico de la agrupación, Marcial Gómez.

Bajo la conocida consigna de “El pueblo unido jamás será vencido”, se inició el acto con la intervención de un disertante invitado que hizo una reseña de la historia de la tierra en el Paraguay desde la época del Gral. Bernardino Caballero, el Gral. Patricio Escobar y así sucesivamente, hasta desembocar en el gobierno de Alfredo Stroessner, señalando que en todos los casos la tierra en el Paraguay siempre fue objeto de prenda política y rapiñaje, “como lo hacen hasta ahora los terratenientes sojeros y ganaderos que se han apoderado de las tierras que les pertenecen al pueblo y a los indígenas”.

“El premio que reciben actualmente los campesinos e indígenas por ser despojados de sus tierras es la destrucción de sus viviendas y cultivos, detenciones arbitrarias bajo órdenes exclusivas de patrones delincuentes multimillonarios, y como yapa la criminalización de la lucha por la tierra, donde utilizan la ley como garrote para los que no tienen dónde vivir ni trabajar”, añadió.

Un amplio espacio también mereció la Ley Zavala-Riera, que aprovecharon en grado sumo para disparar municiones verbales contra los productores, empresarios y legisladores que no responden a sus pretensiones e incluso propietarios legítimos que nada tienen que ver con asuntos extraños a la producción, ahondando en todo momento vehementes llamados a la insurrección constitucional “ante la falta de respuesta a los reclamos de los sintierras”, en medio de los vítores de los asistentes.

“Las tierras malhabidas son utilizadas para los abusos extractivistas, entre ellos valiosos recursos naturales como bosques vírgenes y agua para nutrir el capital transnacional como Cargill, ADM, Frigorífico Concepción, Vitera y otras tantas industrias expoliadoras rusas y chinas imperialistas”, apuntó el expositor.

“Estamos en un proceso de internacionalización del acaparamiento de tierras, donde los ricos aprovechan incluso la pobreza causada por la pandemia para continuar con su festival de abusos criminales contra los derechos de los humildes porque el capital necesita espacios para invertir y continuar con su carrera de acumulación de riquezas, mientras el pueblo no tiene trabajo ni qué comer y se ve obligado a vender sus parcelas para ir a vivir en villas miserias de Asunción o Buenos Aires”, mencionó el disertante.

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